CALENDARIO MES DE ABRIL "TIEMPO DEVOCIONAL"

Ya está aquí tu calendario de lecturas bíblicas para el mes de abril, así continuarás con el Reto de Leer la Biblia en un Año junto a Soy una Princesa Guerrera.


TIEMPO DEVOCIONAL MARZO 31

“Lo he perdido todo a fin de conocer a Cristo, experimentar el poder que se manifestó en su resurrección, participar en sus sufrimientos y llegar a ser semejante a él en su muerte”. Filipenses 3:10 (NVI)

El cristianismo tiene mucho más que a Cristo como un gran maestro y filósofo. Él es ante todo un Salvador, vencedor del pecado y de la muerte que resucitó para compartir esa victoria con nosotros. A diferencia de otras religiones, el cristianismo no se basa en las enseñanzas de su fundador, sino en Cristo mismo. No hay luto en Su tumba, sólo alegría y anticipación por Su trabajo sin descanso en el corazón de millones de personas en todo el mundo. Su resurrección es el fundamento de nuestra fe, nuestra comunión y nuestro futuro. 

La vida de Jesucristo divide la línea del tiempo de la historia en aC y dC. Su crucifixión y resurrección, ambos fueron el evento más importante de todos los tiempos. Todo lo que Él hace hoy en día, Sus enseñanzas, Sus promesas y la certidumbre del futuro, son demostrados y han sido posibles gracias a Su resurrección. Pablo escribe: “pero que según el Espíritu de santidad fue designado con poder Hijo de Dios por la resurrección. Él es Jesucristo nuestro Señor” (Romanos 1:4). En tiempo de Pascua, celebramos el hecho de que la tumba de Cristo está vacía y que Él es nuestro Señor resucitado y que Su Espíritu que da vida para siempre habita entre nosotros.

Santiago 4:14 nos habla de nuestros cuerpos mortales “Ustedes son como la niebla, que aparece por un momento y luego se desvanece”. Pero a través de la fe en el Cristo resucitado, somos beneficiarios de la vida eterna, que comienza en el momento que lo aceptamos en nuestras vidas y continua para siempre. Es por medio de Su Espíritu Santo que somos movidos hacia un verdadero arrepentimiento humilde para con Dios y es a través de la fe en Jesucristo, cuando nos encontramos con nuestra vieja naturaleza pecaminosa que ha sido crucificada con Cristo y que, con Él, nosotros seremos resucitados a una nueva vida. A partir de ese momento, tenemos la seguridad de un futuro eterno como Cristo mismo. 

En esta nueva vida vamos a disfrutar de compañerismo, y de intimidad con Cristo. “Mira que estoy a la puerta y llamo”. Él dijo: “Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). Una invitación más asombrosa que ésta no se puede tener, invitación con la que viene incluida la plenitud de la vida en esta tierra y una vida eterna en el cielo con el Señor.

ORACIÓN: Precioso y Amado Señor, gracias por Tu vida resucitada que vive en mí ahora y por el extraordinario don de una vida eterna contigo. No permitas que pierda la oportunidad de servirte de manera generosa.

PARA REFLEXIONAR: ¿Estoy realmente viviendo con la seguridad de un futuro eterno con Cristo? Si es así, ¿de qué manera esto ha hecho la diferencia en mi vida?

Desde el ministerio © Vive La Verdad



Un Hombre Diferente de VERONICA LEAL

Quiero compartir esta hermosa canción con todas aquellas princesas guerreras, que como yo, sufrieron la traición... Hay un hombre diferente, su nombre es Jesús.







UN HOMBRE DIFERENTE
/LETRA:

Si con tinta envenenada 
Te escribió el que fue tu amor 
Y echándote al olvido 
Sus promesas no cumplió 

Ya no vivas del pasado 
Suelta de una vez perdón 
Solo así podrás ser libre 
Y sanara tu corazón 

Hay un hombre diferente 
Que no engaña que no miente 
Que te ama como eres 
Que de madrugada viene, tu alma enamorar 

Ya no llores no lamentes 
En tu andar sigue de frente 
No eres débil tu eres fuerte 
Porque en el todo lo puedes 
El te ayudara a vencer 
Las heridas que quedaron 
Por la falta de perdón 
Provocan en el alma 
Amargura y decepción 

No permitas que el pasado 
Robe tu presente amor 
Siempre habrá días mejores 
Esta en ti creerlo hoy 

Hay un hombre diferente 
Que no engaña que no miente 
Que te ama como eres 
Que de madrugada viene, tu alma enamorar 

Ya no llores no lamentes 
En tu andar sigue de frente 
No eres débil tu eres fuerte 
Porque en el todo lo puedes 
El te ayudara a vencer 
Hay un hombre diferente 
Que no engaña que no miente 
Que te ama como eres 
Que de madrugada viene, tu alma enamorar 

Ya no llores no lamentes 
En tu andar sigue de frente 
No eres débil tu eres fuerte 
Porque en el todo lo puedes 
El es Jesús de Nazaret

TIEMPO DEVOCIONAL MARZO 30

“Siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con otros en amor. Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz”. Efesios 4:2-3 (NVI)

Siguiendo con lo de ayer, la tercera característica que Pablo nos da para andar como es digno del llamamiento de Dios a la unidad es ser “pacientes”. Ésta es nuestra disposición hacia las circunstancias. A menudo nos encontramos en circunstancias donde las cosas no resultan de la manera que esperábamos. La vida se vuelve difícil, dolorosa, dura, desalentadora y decepcionante. ¿Por qué motivo entonces dice Pablo sean “pacientes?”

Pablo sabía de lo que estaba hablando porque él nos introduce al tema diciendo: “Por eso yo, que estoy preso por la causa del Señor, les ruego que vivan de una manera digna del llamamiento que han recibido” (Efesios 4:1-2). Él escribió esto desde la cárcel; donde estaba restringido, abandonado y descuidado. Pero nótese que se describe a sí mismo como “preso por la causa del Señor” (RV). Si interpretó sus circunstancias sólo a la luz de sus enemigos, o bajo la luz del injusto sistema judicial romano, tendría toda la razón para estar amargado. Pero las interpretó a la luz de la dirección soberana de Dios, entonces aunque no fue por su elección, él es un “preso por la causa del Señor.” Esta disposición a la paciencia, sabiendo que Dios trabajará un propósito eterno en nuestra situación, es una contribución a nuestro andar como es digno del llamado que hemos recibido.

La cuarta cualidad de la que Pablo escribe es: “... tolerantes unos con otros en amor.” Esto implica que convivir con los demás, a decir verdad, no es siempre la cosa más fácil del mundo - se necesita un poco de “... tolerantes unos con otros en amor” ¡a veces! Y por supuesto que hace falta. Tenemos nuestro círculo de familia, de amistades, de amor, pero esto se refiere al mundo en general. Es una disposición de amor. Jesús dijo: “Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros” (Juan 13:34-35). La evidencia de nuestro discipulado es nuestro amor por los demás.

Las evidencias de “vivir de una manera digna del llamamiento que hemos recibido,” es que tengamos una disposición de humildad hacia nosotros mismos, de mansedumbre hacia los otros, de paciencia hacia nuestras circunstancias y de amor hacia el mundo entero. Esto, dice Pablo, nos permitirá guardar la unidad del Espíritu. Si nos encontramos viviendo en desunión, podríamos hacer un buen plan para volver a estas cuatro cualidades en Efesios 4:2 y preguntarnos “¿Estoy viviendo con humildad, con mansedumbre, con paciencia y con amor? ¿Estoy manteniendo la unidad del Espíritu al permitir que Cristo sea la fuente de estas cualidades? Así es como estaremos “viviendo de una manera digna del llamamiento que hemos recibido”.

ORACIÓN: Amado Señor, pido que tu fuerza, tu paciencia y tu amor estén siempre trabajando en mí. Hazme un verdadero discípulo, viviendo siempre con humildad y gratitud delante de Ti. Gracias, Señor.

PARA REFLEXIONAR: ¿Estoy caminando dignamente en la unidad del Espíritu al que Dios me ha llamado, y estoy confiando en Él que me dará todos los recursos que necesito?

Desde el Ministerio © Vive La Verdad


🔥⚔👑 Hoy llegando a los 27mil LIKES en Facebook

Soy una Princesa Guerrera no es una página motivacional, ni feminista, no es una página más... Es una página que tiene como firme propósito exaltar el nombre de Jesús y compartir un mensaje de vida con aquellas mujeres que han perdido su identidad y estima. 💞✊💖

Mi nombre es Diana Hernández y “Soy una Princesa Guerrera”, hija de un Dios Real y Verdadero, Heredera de Sus Promesas, comprada con precio de sangre en la Cruz del Calvario, le pertenezco a Cristo, soy propiedad del Rey de reyes.

En el 2012 comencé esta maravillosa aventura, de escribir y editar imágenes para compartir con todas aquellas mujeres necesitadas de una Palabra de ánimo, de una Palabra de bendición y liberación. Aquí escribo de mi historia, mi testimonio, escribo de mi Rey, de Su Amor, Misericordia y Gracia. Escribo sobre mi restauración.

Es difícil hablar de mí, pero aquí voy… Esta página es una bendición, aquí comparto mis versos y aquellas palabras que el Señor me ha dado para edificación de muchas. Me gusta mucho escribir, hay muchas cosas que solo he guardado para mí y para mi Amado Señor, pero en algún momento del camino tocó hacerlo para compartir y bendecir. ¡Es un honor servir al Rey! 

Soy cristiana, adoradora, nacida en el evangelio, madre de dos príncipes hermosos, hace raaaato que pasé los 30. Cada palabra que escribo entona una canción de acción de gracias y alabanzas para El que ama mi alma. Él es la inspiración y la fuente de todo lo que aquí publico. 

El nombre de la página, muchos preguntan el por qué lo escogí. Bueno, la historia es larga, pero voy a dar una resumida. En el 2012 comencé a enfrentar una fuerte batalla de la que nadie sabía. Tuve la mala idea de guardar mis dolores. Mi alma estaba totalmente abatida por los vientos de tormenta que trajeron la traición, el desprecio y el desamor. Pero gracias sean dadas a Dios que siempre cuidó de mi corazón. Él sólo quería que mi dolor se convierte en inspiración. 

Pasé por un valle de sombras y de aflicción, por el valle del divorcio, luego de haber sido traicionada y despreciada. Oré, lloré y rogué, a un hombre que decidió darle la espalda a un pacto de amor cometiendo adulterio. Volví y volví una y otra vez, a orar y llorar, pero nada. Me hicieron sentir poca cosa… Experimentar el desamor y el repudio es algo realmente doloroso. Sentí que no había valor en mi, estuve al borde de la depresión, hasta que escuché claramente Su voz: ¡Ya basta! “Nunca más te llamarán Desamparada, ni tu tierra se dirá más Desolada; sino que serás llamada Hefzi-bá,[a] y tu tierra, Beula;[b] porque el amor de Jehová estará en ti, y tu tierra será desposada. Pues como el joven se desposa con la virgen, se desposarán contigo tus hijos; y como el gozo del esposo con la esposa, así se gozará contigo el Dios tuyo.” Isaías 62:4-5

Ese día despertó mi corazón, comprendí que no soy esclava del dolor, Cristo pagó un alto precio por mi liberación. No estoy desamparada, soy amada, amada por un Dios de Amor y de Promesas. No soy poca cosa, soy una Princesa, porque soy real sacerdocio, linaje escogido., nación santa, soy pueblo de Dios. No soy una fracasada, soy una guerrera, tengo autoridad en Cristo y poder sobre las tinieblas. 

Así que me levanté y declaré que “Soy una Princesa Guerrera”, mi alma empezó a florecer; mi dolor se fue, mi canción regresó. Por este motivo, la página lleva ese nombre.

Amada princesa, levántate y sacúdete de aquello que hizo pedazos tu corazón; y que te llevo a atravesar oscuros y aterradores valles. Abre tus oídos a la voz del Amado que te dice: Eres mi Princesa Amada, eres mi especial tesoro, quiero levantarte y usarte. Si confías plenamente en Dios y en su sabiduría, tus penas se transforman en alegrías, tu soledad en Su dulce compañía, tus fracasos en victorias. En ÉL puedes experimentar una transformación real, del capullo a mariposa. 
Princesa ¡gracias por leerme! En “Soy una Princesa Guerrera” podrás encontrar mensajes de edificación, devocionales, versos de inspiración, imágenes de bendición, una Palabra diaria para tu vida. 

Levántate en Fe, y declara conmigo ¡SOY UNA PRINCESA GUERRERA! No soy una victima, soy una vencedera en Cristo Jesús.
Con Amor, 
Diana H.


TIEMPO DEVOCIONAL MARZO 29

“Por eso yo, que estoy preso por la causa del Señor, les ruego que vivan de una manera digna del llamamiento que han recibido”. Efesios 4:1 (NVI)

La frase “vivan de una manera digna del llamamiento que han recibido” (NVI) es mejor traducida, “Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados” (RVR) “Yo, pues, prisionero del Señor, les ruego que ustedes vivan (anden) de una manera digna de la vocación con que han sido llamados”(La Biblia de las Américas). El punto es que la vida cristiana es un caminar.

Algunos cristianos que conozco hablan de la vida cristiana más como “mantenerse firme en” un puesto, una posición, una postura. Se les oye decir que representan esto.... y que están a favor de lo otro.... que defienden esto o lo otro. ¡Pero nunca caminan! ¡Nunca progresan! ¡Ellos no parecen crecer! ¡Ellos solo se mantienen! Hay una posición de “mantenerse” de la que Pablo escribió: “Pónganse toda la armadura de Dios para poder mantenerse firmes contra todas las estrategias del diablo. Pues no luchamos contra enemigos de carne y hueso, sino contra gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus malignos de los lugares celestiales.”(Efesios 6:11-12 NTV), pero esa posición de mantenerse, es una postura defensiva en la guerra contra los principados y poderes que están en guerra contra nosotros.

¿Cómo podemos caminar y avanzar en este camino? Pablo continúa y dice “con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor” (Efesios 4:2 RVR). Caminar dignamente requiere cuatro características. Estos son todas las cualidades relacionales en las que se va a hacer todo el esfuerzo por mantener la unidad del Espíritu y vivir como uno solo. Vamos a hablar de las dos primeras características hoy y de las otras dos hablaremos mañana.

En primer lugar, “sea completamente humilde”. Esta es una disposición hacia nosotros mismos. Vivir con humildad no es degradarnos a nosotros mismos, sino reconociendo que todo lo que somos y todo lo que tenemos es por gracia, por misericordia y por pura bondad de Dios. Ése es el fundamento de la verdadera humildad. Cuando no somos humildes, somos orgullosos, y cuando somos orgullosos, caemos. ¡No somos dignos del llamamiento que hemos recibido!

Luego dice: “con mansedumbre”. La mansedumbre es una disposición hacia los demás. Sea que estemos de acuerdo con la gente o no, sea que nos caigan bien o no, tenemos que ser cuidadosos, comprensivos, considerados y amables en el trato que tengamos para con todos. Pablo escribió a los Tesalonicenses “Aunque como apóstoles de Cristo hubiéramos podido ser exigentes con ustedes, los tratamos con delicadeza. Como una madre que amamanta y cuida a sus hijos, así nosotros, por el cariño que les tenemos, nos deleitamos en compartir con ustedes no sólo el evangelio de Dios sino también nuestra vida” (1ª Tesalonicenses 2:7-8). Esto es caminar como es digno de nuestro llamado. ¿Con quién puedo ser amable el día de hoy?

ORACIÓN: Amado Padre, ayúdame a vivir una vida que avance creciendo y madurando en mi caminar contigo. Mantenme humilde y amable con los demás y teniendo en cuenta siempre que debo actuar de una manera digna de mi vocación como cristiano.

PARA REFLEXIONAR: Siendo completamente honesto ¿soy humilde y suave en mi interacción con otros? ¿O a veces permito que el orgullo se ponga en mi camino?

Desde el Ministerio © Vive La Verdad


TIEMPO DEVOCIONAL MARZO 28

“... Sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo,”. Efesios 4:15

En el mundo occidental tenemos una cultura del individualismo donde es muy fácil hacer la pregunta: “¿Qué hay en él para mí?” Nos comparamos entre nosotros, esperando compararnos favorablemente con una ventaja en áreas importantes. Pablo escribe en Efesios 4 sobre cómo el cuerpo se debe construir a sí mismo en el amor mientras cada miembro hace su trabajo. Es importante que nos demos cuenta que es el espíritu de humildad, mansedumbre, paciencia y amor lo que constituye el motor que habilita al cuerpo para construirse a sí mismo.

Cuando se nos reta a preguntar, “¿Dios, qué tienes Tú para que yo haga? ¿Y dónde está?” Algunos de nosotros podríamos decir “Bueno, yo no tengo lo que se necesita.” Eso está bien por dos razones: 1) Cristo en ti es Quien te dará el poder, y 2) somos mutuamente dependientes los unos de los otros. Ninguno de nosotros está llamado a actuar solo.

Cuando Dios le pidió a Moisés que sacará a los israelitas de Egipto, Moisés le dijo: “No puedo hablar.” Y Dios le dijo: “Está bien Moisés. Aarón hablará por ti. Tú le dices que tiene que decir, tú le balbuceas a él lo que piensas que no puedes articular públicamente y él se levantará y se lo dirá bien a la gente. Tú tienes un don y el tiene otro”.

Es el testimonio colectivo del pueblo de Dios el que tiene el mayor impacto en nuestras comunidades. Cuando actuamos con un espíritu de interdependencia, compañerismo y amor mutuo, nuestra oración será que la gente vea que Dios verdaderamente está entre nosotros. No somos llaneros solitarios en nuestra fe. Somos parte de un cuerpo que está operando conjuntamente bajo la dirección de Cristo, en la energía de Su Espíritu y a través de la interdependencia mutua de Su pueblo. Cristo en nosotros nos capacita para trabajar juntos y ser fructíferos. Ésa es una valiosa experiencia para nosotros y una valiosa experiencia para todos los que servimos.

ORACIÓN: Amado Señor, gracias por el cuerpo corporativo de Tu iglesia que me mantiene trabajando interdependientemente con otros. Mantenme a salvo de querer alguna vez ser un llanero solitario en mi fe. Nos necesitamos entre nosotros y oro por que la gente te reconozca entre nosotros. Gracias, Señor.

PARA REFLEXIONAR: ¿De qué manera el trabajar en mutua dependencia con otros en Cristo me benefició en mi caminar con Dios y en el servicio a los demás?

Desde el Ministerio © Vive La Verdad


TIEMPO DEVOCIONAL MARZO 27

Dichosos los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios.” Mateo 5:8 (NVI)

La mayor batalla de nuestras vidas es la corrupción de nuestros corazones. Jeremías 17:9 dice, “Nada hay tan engañoso como el corazón. No tiene remedio. ¿Quién puede comprenderlo?” Sabemos que nuestros corazones no son puros, y probablemente nunca llegarán a serlo, entonces, ¿qué quiso decir exactamente Jesús cuando dijo, “Dichosos los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios?”

La palabra que Jesús utiliza para “limpio” es la palabra Griega “katharos”, lo que no significa limpio o puro en el sentido de la perfección, sino puro en el sentido de no estar mezclado con otras cosas. El vino no diluido con agua puede decirse que es un vino “katharos”; quizá no sea el mejor vino, pero es puro en el sentido de que está sin diluir. Un corazón puro, por lo tanto, es un corazón no diluido. Es decir como Pablo dijo: “pero una cosa hago” (Filipenses 3:13), y no “esas 25 cosas en las que incursionamos” y sólo una de ellas es mi vida en Cristo. Por supuesto, hay otros componentes para nuestras vidas: familia, trabajo, amistades, recreación, etc., pero todos estos trabajos están fuera de: “pero una cosa hago”. Pablo afirma: “Sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús”. Cualquier cosa que inhibe mi progreso hacia lo que Dios me ha llamado se convierte en un obstáculo.

Podemos tener nuestros corazones divididos en diferentes cosas. David ora en el Salmo 86:11, “Dame integridad de corazón para temer tu nombre”. En un corazón dividido puedes estar seguro de que lo secular siempre se tragará a lo sagrado y al final es la obra de Dios, la que se contaminará. El corazón es el asiento de nuestra personalidad, donde nuestra mente, nuestras emociones y voluntad se juntan. Una de las traducciones de Proverbios 23:7 dice: “como un hombre piensa en su corazón, de ese modo es él”. Para ser puros de corazón es necesario cerrar nuestros intereses para dar lugar a los intereses de Jesucristo, situación que lejos de cerrarlos, los abrirá a todo que es el propósito, los planes y la agenda de Dios. Es por eso que la promesa que le sigue a esta condición es: “ellos verán a Dios”. No se trata de verlo físicamente, sino verlo en la creación, en las circunstancias, en la confusión y en la crisis. Los “limpios de corazón”, no tendrán pánico en las tormentas de la vida, sino que “verán a Dios” con ojos simplemente imposibles para aquellos cuyos corazones no son puros- no puros de perfectos, sino de estar no diluidos - al estilo “katharos”.

ORACIÓN: Amado Padre celestial, estoy tan agradecido que nos hayas dado maneras de conocerte y de verte, especialmente en las tormentas de la vida. Ayúdame a mirar las circunstancias con un corazón integro y verte en todas las facetas de mi vida.

PARA REFLEXIONAR: ¿Habrá áreas en mi vida a las que necesito traer a Jesús?

Desde el Ministerio © Vive La Verdad


TIEMPO DEVOCIONAL MARZO 23

“—Ciertamente les aseguro que el hijo no puede hacer nada por su propia cuenta, sino solamente lo que ve que su padre hace, porque cualquier cosa que hace el padre, la hace también el hijo”. Juan 5:19 (NVI)

Jesucristo no tenía agenda propia. Todo lo que Él dijo e hizo fue una expresión de la voluntad de su Padre. Él dijo en Juan 14:10 “¿Acaso no crees que yo estoy en el Padre, y que el Padre está en mí? Las palabras que yo les comunico, no las hablo como cosa mía, sino que es el Padre, que está en mí, el que realiza sus obras”. Ver a Jesús en acción era ¡ver a Su padre en acción! Esto no era una pretensión de deidad (aunque Jesús nunca fue menos que Dios, sino en todo momento co-igual con el Padre y el Espíritu Santo), sino más bien Él estaba hablando de cómo Él vivió como un hombre. Esta es la naturaleza de la verdadera humanidad.

En Juan 5:19, Jesús dijo: “—Ciertamente les aseguro que el hijo no puede hacer nada por su propia cuenta, sino solamente lo que ve que su padre hace, porque cualquier cosa que hace el padre, la hace también el hijo”. En otras palabras, les estaba diciendo a los judíos que estaban atacándolo, “No me culpen si no les gusta lo que hago y no me feliciten cuando les guste lo que hago”. “Por mí mismo no puedo hacer nada”, y Él continua diciendo: “juzgo sólo según lo que oigo, y mi juicio es justo, pues no busco hacer mi propia voluntad sino cumplir la voluntad del que me envió” (Juan 5:30). Jesús relacionó cada situación, crisis y oportunidad a la que se enfrentó, a Su Padre. No hizo nada independiente de Su Padre, sino todo lo hizo en dependencia de Él.

¿Cómo operó esa dependencia? Muy simple, Jesús vivió en obediencia a lo que Él sabía que era la voluntad de Su Padre, y dependiendo de los recursos de Su Padre. Así también es cómo debemos de vivir, en dependencia y obediencia a Jesús, porque lo que hacemos efectivamente no puede separarse de lo que Jesús está haciendo.

En Juan 15:5 Jesús dijo a Sus discípulos: “El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada”, es decir, pueden hacer todo lo que Yo puedo hacer sin mi Padre - nada. Por el contrario, si le obedecemos y confiamos en Él, descubriremos con asombro lo que Dios va a hacer. Como el Hijo necesitaba al Padre, así también nosotros lo necesitamos. Como el Padre estaba disponible para trabajar a través del Hijo, así el Hijo está disponible para trabajar a través de nosotros. Una vez que sabemos esto, podemos obedecer con audacia y valentía lo que Él nos da para hacer, confiándole a Él solo las consecuencias. ¡Y Él se ocupará de estas!

ORACIÓN: Gracias, Jesús, por estar siempre disponible para mí. Ayúdame a vivir mi vida en obediencia y dependencia de Ti, tal y como Tú lo hiciste siendo un hombre en la tierra con nuestro Padre.

PARA REFLEXIONAR: ¿En qué áreas de mi vida necesito confiar y depender más a Jesús?

Desde el Ministerio © Vive La Verdad

TIEMPO DEVOCIONAL MARZO 22

Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna”. Juan 3:16 

En comparación con la eternidad, no hace falta decir que nuestras vidas en la tierra no duran mucho tiempo. Santiago la describe como un vapor, una neblina que se aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece. Dios está separado de Su creación como auto-existente en Su inmortalidad, pero en un principio, Él nos creó con la intención de que viviríamos con Él para siempre. Eso fue destruido en el Jardín del Edén, pero en Su gran misericordia, Dios proveyó un camino, a través de Su Hijo, para que sigamos viviendo mas allá y por encima de esta existencia terrenal hacia su Reino celestial.

En 2ª Timoteo 1:9-10, Pablo escribe: “Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras, sino por su propia determinación y gracia. Nos concedió este favor en Cristo Jesús antes del comienzo del tiempo; y ahora lo ha revelado con la venida de nuestro Salvador Cristo Jesús, quien destruyó la muerte y sacó a la luz la vida incorruptible, mediante el evangelio”. La gracia a la que Pablo se refiere es el poder de Dios quien nos ha salvado y nos ha llamado a una vida santa. Sin embargo, nuestras vidas no fueron diseñadas sólo para el aquí y el ahora. El Evangelio revela que el don de Dios es la vida eterna y la vida eterna es ésta: que podamos conocer al único Dios verdadero y a Jesucristo, a quien ha enviado. Proverbios 12:28 dice: “En el camino de la justicia se halla la vida; por ese camino se evita la muerte”. Nuestro sentido de santidad de la vida humana está determinado por nuestra comprensión del origen de la vida, que está en Dios mismo. Hemos visto las grandes atrocidades de limpieza de los grupos étnicos que han tenido lugar bajo las dictaduras tales como las de Ruanda, el Sudán, la ex Yugoslavia y en el régimen de Hitler. Cuando no hay un entendimiento de que la vida fue creada por Dios, el desprecio por Su creación se convierte con el tiempo en algo casi inevitable.

Toda persona tiene valor, y es puesta en este mundo con el propósito divino de participar de la inmortalidad de Dios. Dios mismo, vino en la persona de Cristo Jesús a vivir entre la humanidad con el fin de darnos nueva vida, no una que dure mientras estamos en la tierra, sino una que comienza en el momento que lo aceptamos a Él, y que vive por la eternidad. Sin Cristo, nuestro mundo no tiene sentido, y sin la promesa de la vida eterna, a través de Aquel que murió por nosotros, no habría ni sentido ni propósito en este mundo.

ORACIÓN: Querido y precioso Señor, yo sé que fui creado por Ti con el propósito divino de vivir para siempre contigo. Ya que nuestro tiempo en la tierra es de tan corta duración, eso le da a todo, desde la gente que conozco hasta las situaciones a las que me enfrento, un significado de gran importancia. Gracias, Señor, porque eso enriquece la calidad de esta vida, que procede de Ti, y continuará en la eternidad contigo.

PARA REFLEXIONAR: ¿Cómo es que la promesa de Dios de la vida eterna a través de Cristo Jesús, influye en mí día a día, en la vida en mi casa, en mis relaciones y en mi lugar de trabajo? ¿Vivo todos los días con la eternidad en mente?

Desde el Ministerio © Vive La Verdad




TIEMPO DEVOCIONAL MARZO 21

Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos. 1 Crónicas 29:11

Claramente implícito en el octavo mandamiento, “no robarás”, está el derecho a la posesión individual. La Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948, afirma: “Toda persona tiene derecho a la propiedad individual, y en asociación con otros y nadie podrá ser arbitrariamente privado de sus bienes.”

Hay tres formas en las que la propiedad, incluyendo las pertenencias, pueden ser poseídas; ganándolas, recibiéndolas como un regalo, o por medio del robo. La Escritura reconoce implícitamente el derecho de la propiedad a través del trabajo o a través del dar, pero expresamente prohíbe la tercera opción – el robo. En la iglesia primitiva en Éfeso, muchos fueron atrapados aún en la naturaleza de su pecado, Pablo se dirige a ellos y habla del robo, él dice: “El que robaba, que no robe más, sino que trabaje honradamente con las manos para tener qué compartir con los necesitados” (Efesios 4:28). En esta declaración, Pablo ofrece dos maneras de contrarrestar el robo; en primer lugar, mediante el trabajo duro, ganando lo que tenga con sus propias manos, y en segundo lugar, acumulando suficiente para que puedan compartir lo que tenemos con aquellos que lo necesitan.

La Biblia nos dice que todo lo que existe le pertenece a Dios. “Del SEÑOR es la tierra y todo cuanto hay en ella, el mundo y cuantos lo habitan” (Salmo 24:1). El rey David reconoció a muchos de los que habían donado generosamente, como él lo había hecho, para la construcción del Templo Sagrado, y al dedicar el sitio, delante de toda la asamblea jerárquica de Israel, le dio la gloria a Dios. En una oración, Él dijo: “En verdad, tú eres el dueño de todo, y lo que te hemos dado, de ti lo hemos recibido.”(1ª Crónicas 29:14).

Tenemos que reconocer que todo lo que tenemos es nuestro, porque Dios nos lo confió. Dios en Su gracia nos da el derecho a la posesión, pero es un privilegio y no debe ser abusado. La acumulación de riqueza en beneficio personal únicamente, y el acaparamiento de lo que Dios nos ha dado es pecado. Las Sagradas Escrituras nos dicen que donde está el corazón del hombre, allí estará su tesoro y una de las formas en que construimos nuestros tesoros en el cielo es compartiendo lo que Dios nos ha dado aquí en la tierra.

ORACIÓN: Amado Señor, es a partir de Ti que todas las bendiciones fluyen y me has dado el privilegio de ser un mayordomo de las muchas bendiciones que he recibido de Ti. Permite que mantenga la puerta de mi corazón abierta para compartir en la medida de mis posibilidades con aquellos que lo necesitan. Muchas gracias Señor.

PARA REFLEXIONAR: ¿Glorifico a Dios y le doy gracias incluso por las cosas triviales con las que me ha bendecido? ¿Estoy compartiendo lo que tengo con los demás?

Desde el Ministerio © Vive La Verdad


TIEMPO DEVOCIONAL MARZO 20

“Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían.”. Juan 6:11 

En la historia de Jesús alimentando a las 5000 personas, hay un secreto que debemos ser muy cuidados de observar. Juan 6:10-11 dice: “—Hagan que se sienten todos —ordenó Jesús….” A continuación, tomó los panes, dio gracias, y repartió a los que estaban sentados todo lo que quisieron. Él hizo lo mismo con el pescado. Para el siguiente versículo, todo ha terminado: “—Recojan los pedazos que sobraron, para que no se desperdicie nada.”

¿Qué paso? ¿Qué hizo Jesús? Él hizo algo tan simple que a menudo olvidamos. Juan dice: Él “dio gracias”. Eso no significa que Él ¡bendijo la mesa antes de la comida! (“Por lo que estamos a punto de recibir que el Señor nos haga verdaderamente agradecidos Amén”). Por el contrario, cuando dio gracias, simplemente significa que Él contó con la Suficiencia de Su Padre, pasó la responsabilidad de actuar a Él, y dijo “gracias”. Cinco panes pequeños, dos pescados, cinco mil personas, un dilema humano que no causa pánico en el cielo – “gracias”.

¿Cómo sé que ésta es la clave? Debido a que más adelante en este mismo capítulo, dice: “Sin embargo, algunas barcas de Tiberíades se aproximaron al lugar donde la gente había comido el pan después de haber dado gracias el Señor” (v. 23). ¿Te diste cuenta de eso? Si yo hubiera escrito este relato habría dicho que arribaron cerca del lugar donde Jesús había ¡realizado un milagro, o había dado de comer a los cinco mil! Eso es lo me habría impresionado. Pero cuando Juan escribe bajo la inspiración del Espíritu Santo, se hace hincapié en que éste era el lugar donde “el Señor había dado gracias”. Ésa fue la clave.

Esto es algo tan simple aquí, que podemos fácilmente pasarlo por alto. Dar gracias es el reconocimiento de la dependencia de nosotros en otra persona. Si me abres la puerta, te diré “gracias”, reconociendo mi dependencia en ti en ese momento. Lo que Jesús hace aquí es la transferencia de la responsabilidad de Sí mismo a Su Padre, y Él lo hace diciendo “gracias”.

Esta debe ser nuestra disposición hacia el Padre. Agradeciendo a Dios reconocemos nuestra dependencia en Él. Es por eso que Pablo escribió “den gracias a Dios en toda situación, porque ésta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús” (1ª Tesalonicenses 5:18). ¿Está usted pasando dificultades hoy en día? Déselas a Dios, con acción de gracias y deje las consecuencias con Él.

ORACIÓN: Amado Señor, quiero vivir cada día con una disposición de gratitud a Ti por todo lo que tengo y en cada situación que enfrento. Gracias que podemos siempre depender de Ti y no estamos limitados simplemente a nuestros recursos humanos.

PARA REFLEXIONAR: Independientemente de que circunstancias de prueba estoy enfrentando ¿estoy dando gracias a Dios por Su presencia y suficiencia en medio de ellas?

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TIEMPO DEVOCIONAL MARZO 19

“No piensen que he venido a anular la ley o los profetas; no he venido a anularlos sino a darles cumplimiento.” Mateo 5:17 (NVI)

Uno de los mayores problemas de la vida es cómo se supone que hemos de comportarnos. Tomamos decisiones acerca del comportamiento cotidiano mientras que llevamos las responsabilidades en el hogar, el lugar de trabajo y en nuestros círculos sociales. Como padres, tenemos que criar a nuestros hijos de acuerdo a lo que nos parece un comportamiento adecuado, y como sociedad, elegimos a un gobierno que legisle un buen comportamiento de sus ciudadanos. Esta ciencia del comportamiento es a lo que llamamos “ética”. 

Durante el último medio siglo, ha habido un gran cambio de la perspectiva ética, particularmente en el mundo occidental. En este corto periodo de tiempo, nunca ha habido tan fenomenal revolución de ideas sobre lo que es correcto y lo incorrecto, bueno o malo. Hace 50 años, más o menos se asumía que existía una ley universal de lo bueno y lo malo, pero ahora muy pocos estarían de acuerdo que existen absolutos morales. La mayor transformación ha sido probablemente en nuestra comprensión de la ética sexual. La castidad fue una vez considerada como una virtud, algo bueno, pero en el mundo de hoy, es considerada poco realista, es irrazonable e incluso psicológicamente perjudicial.

Los cristianos viven en dos mundos. Vivimos en el mundo cotidiano del siglo 21 donde con frecuencia nos encontramos atrapados en las corrientes, los vientos cruzados y las influencias de la cultura moderna actual. Sin embargo, también vivimos “en Cristo”, en unión con Él. Cómo se conecten entre sí estos dos mundos es el desafío para nosotros, especialmente en el ámbito de la moral y el comportamiento. 

Dios dio los Diez Mandamientos para revelar a la humanidad Su propio carácter moral. Por ejemplo, cuando Dios dijo no robarás, la razón no es porque el robo no sea agradable, sino porque Dios mismo no es un ladrón y los seres humanos fueron creados a Su imagen moral, para expresar Su carácter moral. Los Diez Mandamientos son esencialmente una afirmación autobiográfica por Dios acerca de Dios y, por lo tanto, tienen la intención de ser datos biográficos acerca de seres humanos creados para expresar Su imagen y comportamiento. Nuestra capacidad para expresar Su imagen es imposible para nosotros (de ahí todos somos pecadores, y el pecado es violar la ley de Dios - ver 1ª Juan 3:4), por lo que la única forma en que esto suceda es por medio del Espíritu de Cristo habitando en nosotros dándole “cumplimiento a la ley” poniéndonos en armonía con Dios y con Su carácter moral.

ORACIÓN: Te doy gracias, Señor, por ser mi consejero, mi guía y por liberarme de todas las incertidumbres de este mundo, y por permitirme descansar solo en Ti.

PARA REFLEXIONAR: ¿Cuando me sienta tentado por los caminos de este mundo que conozco que no son bíblicos, acudo al poder de Jesús dentro de mí? De no ser así, ¿qué puedo hacer para asegurarme que me dirijo a Él en primer lugar?

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TIEMPO DEVOCIONAL MARZO 18

Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Filipenses 3:7

La mayoría de la gente quiere creer lo que es verdad y hacer lo que es correcto. Seguimos las reglas y vivimos como ciudadanos buenos y responsables. Asistimos a la iglesia, pero lo que escuchamos los domingos no se refleja el lunes, martes o el resto de la semana, así que volvemos el domingo por otro recordatorio. Tan sinceras como lo son nuestras intenciones, nuestra relación con Dios sigue estando tan apolillada y nuestros corazones se sienten desolados y en completa bancarrota.


Si alguien conocía el vacío y la frustración de ir a través de todos los movimientos, era el apóstol Pablo. Se refirió a sí mismo como “un hebreo de hebreos", competente en la lengua, la educación y la escritura hebrea. Eligió convertirse en fariseo, los estrictos fundamentalistas de esos días, reconocidos por su disciplina y celo, manteniéndose fieles a las leyes de Moisés. “Fariseo” significa separatista, ellos tenían especial cuidado en cuanto a la ropa que llevaban puesta, la comida que comían, y la gente con la que se relacionaban. Cualquier seguridad, motivación o capacidad que tenían, la conseguían por sí mismos. Toda su confianza, en un esfuerzo profundo para agradar a Dios, estaba puesta en sí mismos, pues era su responsabilidad ante Dios. Así que, al final, sólo se tenían a sí mismos para felicitarse por cualquier éxito.

Lo religioso es necesario, pero a menudo es el enemigo de la realidad espiritual. Podemos quedar atrapados en las actividades correctas, pero carecer de todo sentido de la realidad con Dios. En cuanto a la justicia de la ley, Pablo dijo que era intachable, pero todos sus esfuerzos, ahora los consideraba basura. En el camino a Damasco, descubrió que la justicia de Dios no era algo que se podía lograr, ¡sino algo que se recibía! Su origen está en Dios, y está disponible mediante la fe en Jesucristo solamente. Uno de los más serios, pero cruciales días en nuestra vida cristiana viene a menudo a través del quebrantamiento al tratar de hacer todo lo posible para vivir para Dios, y darnos cuenta que hemos estado viviendo completamente en base a nuestros propios esfuerzos.

Cristo es nuestra Vida Espiritual durante todo el día, siete días a la semana. Si nos olvidamos de eso, vamos a volver a nuestra posición de omisión y operar bajo nuestras propias fuerzas. Luego, cuando las cosas van mal, que a menudo es lo que sucede, nos preguntamos dónde está Cristo. No es que nuestra vida cristiana se esté vaciando. Nosotros somos los que no estamos vaciando por no estar en contacto con la Vida de Cristo en nosotros. La dependencia en Él, en todos los aspectos de nuestras vidas es esencial para el verdadero cristianismo bíblico, y nos mantendrá en un conocimiento experimental de Su obra en nosotros.

ORACIÓN: Amado Padre Celestial, ¡Qué maravilloso regalo me has dado en Jesucristo! Tenerlo a Él obrando en mi vida es increíblemente liberador, y estoy muy agradecido de que Él vive en mí. Gracias, Dios.

PARA REFLEXIONAR: ¿Habrá momentos en los que me encuentro perdiendo fuerza espiritual, porque en este abrumador mundo secular, es demasiado difícil vivir una vida cristiana? ¿Si es así, he considerado la cantidad de tiempo que paso solo en comunión con Cristo?


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TIEMPO DEVOCIONAL MARZO 17

He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.Salmo 51:6

La decepción y la mentira absoluta se han convertido en una forma de vida, al grado que ya apenas lo notamos. Están en la mercadotecnia, en las empresas, en los espacios políticos, en los tribunales y juzgados, en los lugares de trabajo y entre familiares y amigos. Incluso nos mentimos a nosotros mismos constantemente para justificar nuestro mal comportamiento. Existen en la actualidad, “servicios de coartada”, que por variados honorarios, inventan pruebas elaboradas y evidencias falsas de todo tipo para presentar a un jefe, cónyuge, acreedor ó pariente, para que una persona dé una solución. 

Por increíble que parezca, al parecer, este “negocio de coartada” tiene sus escrúpulos ya que no proporciona coartadas a los policías fiscales ó a los acreedores comerciales porque eso ya sería “¡inmoral!"

Existe una idea popular hoy en día, que no existe tal cosa como la verdad objetiva absoluta, sino sólo verdades relativas. Lo que es válido para una persona puede no serlo para otra, y eso hace tantas “verdades relativas”, como personas existen en el planeta. Existe una gran cantidad de opiniones diferentes, conclusiones y teorías, pero esto tampoco constituye por sí mismo la verdad.

La verdad es definida en el diccionario como estar en conformidad con los hechos o la realidad; verdadera, no falsa ó falsificada, exacta y precisa. Ésta es precisamente la naturaleza de Dios. De hecho, Jesús dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6). Cristo es totalmente coherente y real. Podemos decir de alguien: “¡Oh, eso es precisamente lo que no es él!”, ó “Yo no sé lo que se le metió hoy”, pero no podemos decir lo mismo de Dios. Él es totalmente digno de confianza y Su verdad es inmutable y predecible. Él es fiel a su Palabra, fiel a Su carácter, fiel a Su naturaleza y fiel a Sus promesas.

Habiendo sido creados a Su imagen, es por lo que debemos ser fieles y defensores de la verdad. En Juan 8:44 Jesús hablaba del demonio como “el padre de la mentira”. Tal y como la verdad es la naturaleza de Dios, las mentiras son la naturaleza de Satanás. Ésa es su especialidad y va a usar cualquier táctica para alejarnos de la verdad y desviarnos hacia la falsedad. Si no vivimos verdaderamente apegados a la verdad, le daremos al diablo una gran oportunidad de introducirse en nuestras vidas. Jesús siempre nos regresará a lo convincente de nuestros corazones. Él desea la verdad en lo más profundo de nuestro ser y cuando esto sucede, lo externo se cuidará solo. Y cuando Jesús es preeminente en nuestras vidas, entonces lo será también la verdad porque son inseparables.

ORACIÓN: Señor, sé que Tú eres la Verdad y cualquier cosa que sea menos veraz es pecado. Por favor dame la sabiduría para discernir las mentiras que sutilmente se disfrazan a sí mismas como la verdad y mantenme Señor, desde siempre, alejado de participar en el más mínimo engaño en contra de nadie. Haz que mi vida sea toda acerca de Ti. Gracias, Señor.

PARA REFLEXIONAR: ¿Qué prioridad que es veraz sostengo en mi vida?


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TIEMPO DEVOCIONAL MARZO 16

 Este, cuando oyó que Jesús había llegado de Judea a Galilea, vino a él y le rogó que descendiese y sanase a su hijo, que estaba a punto de morir.” Juan 4:47 

Cuando el funcionario real escucho hablar de la llegada de Jesús a Galilea, fue y le rogó a Jesús que sanara a su hijo moribundo. Fue directamente hacia Jesús Mismo. Siendo un funcionario real, podemos suponer que él tenía la autoridad para enviar a un sirviente o a un representante al encuentro de Jesús en su nombre. Pero en vez de eso él fue a Jesús mismo, pidiéndole “Señor, baja antes de mi hijo se muera” (Juan 4:49).

Siempre estoy preocupado por la gente que quiere enviar a alguien más a Jesús en su nombre. Tenemos a otros orando por nosotros, pero en realidad nosotros ¡ni siquiera hablamos con Dios! Algunos líderes de la iglesia no ayudan en esta área animando a la gente diciendo “envíenos sus peticiones de oración”. Esto perpetúa una inmadurez espiritual malsana donde la gente asume que alguien más tiene mejor acceso a Dios que ellos, y que sus oraciones son por lo tanto más eficaces. Es bueno orar unos por otros, pero le temo al concepto creado por un líder cristiano que sus oraciones lograrán más. ¡Ve a Jesús tú mismo! Pablo nunca le pidió a la gente que le enviaran sus peticiones de oración y tampoco lo hizo Jesús. Ellos alentaron la maravillosa posibilidad de tener acceso directo al Padre a cada persona en necesidad. Todos tenemos el mismo acceso a Dios.

Hay un lugar para la oración de intercesión, y orar por los demás es importante y bueno. Tenemos que llevar los unos las cargas de los otros. Algunas personas pueden no estar en posición de llegar a Cristo ellos mismos. Pueden estar confundidos o sin un apetito por Dios, y oramos en su nombre. Pero debe llegar un momento en el que ellos mismos se acerquen a Él y no a través de un intermediario.

El concepto de que podemos conspirar contra Dios para obtener de Él la acción, en lugar de venir en humilde dependencia de Él es engañoso. El oficial se dirigió directamente a Jesús y no a Sus discípulos. No corras con un consejero, o a un libro, o una iglesia, o un predicador sin correr primero a Jesús. Nadie puede ser un sustituto para tratar asuntos con Jesús mismo y todos tenemos el mismo acceso a Él.

ORACIÓN: Querido Jesús, yo estoy muy agradecido de que Tú nos hayas dado a todos acceso directo a Ti. Es lo que hace que sea una enriquecedora relación, y atesoro el tiempo que invierto en comunión contigo. Gracias Señor, por Tú presencia maravillosa en mi vida.

PARA REFLEXIONAR: ¿Alguna vez he pensado que la oración de alguien puede ser más eficaz que la mía? Y si es así ¿por qué? ¿Animo a la gente a orar?

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TIEMPO DEVOCIONAL MARZO 15

"El corazón del hombre piensa su camino; Mas Jehová endereza sus pasos."
Proverbios 16:9

En el día de Pentecostés, cuando Dios derramó Su Espíritu Santo y la Iglesia nació, Pedro se puso de pie y declaró las palabras de Dios dadas por el profeta Joel a una multitud de personas, entre ellas, “Sucederá que en los últimos días —dice Dios—, derramaré mi Espíritu sobre todo el género humano. Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán, tendrán visiones los jóvenes y sueños los ancianos. (Hechos 2:17). Parte del ministerio del Espíritu Santo es dar visiones a los jóvenes y sueños a los ancianos. La visión es sobre cosas de las que vamos a ser parte - por lo tanto, una visión es para los jóvenes. Los sueños pueden ser exactamente lo mismo, pero podemos no ser parte de ellos - por lo tanto, son para los ancianos. De cualquier manera, tenemos que experimentar visiones y sueños de parte de Dios como medios de guía.

Pero cuando seguimos la visión, ¿qué ocurre si nos equivocamos? Algunos de nosotros estamos tan paralizados por el temor a un movimiento en falso que nunca hacemos un movimiento ni correcto. ¡Dios tiene construido ya un paracaídas para posibles movimientos incorrectos! Isaías 30:21 “Ya sea que te desvíes a la derecha o a la izquierda, tus oídos percibirán a tus espaldas una voz que te dirá: «Éste es el camino; síguelo.»” Si vas a la izquierda o a la derecha, oirás una voz detrás de ti que te enderece en el camino. ¿Por qué esta voz viene detrás de nosotros? Porque a veces podemos vivir durante años en el lugar correcto, haciendo lo correcto, ejecutando los movimientos correctos sin necesidad de una confirmación consciente de orientación de parte de Dios. Él está activamente guiándonos. Pero en cuanto hacemos un movimiento equivocado o deambulamos fuera de curso, el Espíritu de Dios, de alguna manera, nos jalará de regreso al camino. Cómo lo haga es Su asunto y lo hará de manera diferente en diferentes vidas, pero el principio es verdadero y aplicable para todos nosotros. Cuando lo reconocemos a Él en todos nuestros caminos, su guía se convierte en parte de la vida.

Vivir en la voluntad general de Dios, reconociéndolo a Él en todos nuestros caminos, nos prepara para ser beneficiarios de visiones y sueños, que el Espíritu pone en nuestros corazones, y que tenemos que seguir con valentía. Le tomó coraje a Noé, Abraham, Moisés, Josué, David, Jeremías y muchos otros dar un paso de obediencia a Dios. Ellos no se cruzaron de brazos, esperando que Dios hiciera el primer movimiento. Él dio la dirección y ellos obedecieron, y una vez que estos dos factores se unieron, no importa cuán imposible pareciera la tarea, Dios estuvo activamente involucrado en el curso de todo el proceso de liderar, dirigir, corregir, habilitar y cumplir Su agenda a través de ellos. Ésta sigue siendo nuestra confianza hasta el día de hoy.

Su visión para nosotros se hace realidad dentro del contexto de una obediencia valiente, de una confianza incuestionable.

ORACIÓN: Querido Padre Celestial, te agradezco mucho por la orientación que has llevado a cabo en mi vida. Confío en Ti y te doy gracias por tu Espíritu Santo que me permite saber cuando he hecho mal y me pone de nuevo en el camino correcto.

PARA REFLEXIONAR: ¿De qué manera he sentido al Espíritu de Dios regresándome al camino cuando he dado un paso en falso? ¿Cuáles fueron las circunstancias?

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TIEMPO DEVOCIONAL MARZO 14

Y Moisés respondió al pueblo: No temáis; porque para probaros vino Dios, y para que su temor esté delante de vosotros, para que no pequéis. Éxodo 20:20

Dios dio la ley moral a Moisés, no sólo para exponer las necesidades de los hijos de Israel, sino para diagnosticar su condición y poder darles un remedio. Cuando Él lo hizo, fue en el monte Sinaí y dentro de un ambiente de gran temor y drama para Su pueblo. Ellos fueron instruidos a mantenerse separados, lejos del pie de la montaña y al mirar hacia arriba, había truenos y relámpagos, seguidos de una nube densa que bajaba hacia ellos. La montaña estaba cubierta en humo y se elevaba como una caldera.


La Biblia nos dice que Dios entonces descendió a la cima de la montaña en medio de fuego ardiente y acompañado de un sonido de trompeta muy fuerte que se hizo más y más fuerte. Toda la montaña temblaba violentamente, y de pie a cierta distancia, los israelitas fueron sacudidos por el miedo. Entonces Dios habló desde el fuego. No fue una presentación que emocionara y entusiasmara a la gente, sino más bien una que evocó miedo y peligro. ¿Por qué Dios eligió revelarse a Sí mismo de esta manera?

No es hasta que estamos asombrados y abrumados por Dios, que el temor de Dios se crea en nosotros. Dios significa para nosotros verlo en Su soberanía, Su Poder y Su Santidad. No podemos ser pasivos, indiferentes o irrespetuosos cuando Dios habla. A menos que le temamos a Dios, en realidad nunca llegaremos a conocerlo, y es el deseo de Dios que lleguemos a conocerlo en Su justicia. Considera que es lo que Él está pensando cuando secretamente nos fugamos con algo que no es nuestro, o cuando nos involucramos en intimidad sexual fuera del matrimonio, o cuando calumniamos a un amigo para que nosotros quedemos bien. Contristamos a Dios. Es pecado abiertamente ante Sus ojos y el pecado demanda justicia.

Por encima de todo, Dios es un Dios de justicia y por esta razón, Él envió a Su Hijo, en primer lugar, para ser la propiciación para nuestros pecados, de manera que Su justicia sea satisfecha, y en segundo lugar, por Su amor por nosotros, como rescate por nuestros pecados. La paga del pecado es la muerte. La Escritura es inequívoca al respecto y si no tememos a Dios, viviremos una vida inestable, insegura, que al final, estará frente a Él en el día del juicio. Por una muy buena razón, el rey Salomón escribe: “El temor del SEÑOR es el principio del conocimiento” (Proverbios 1:7).

ORACIÓN: Querido Señor, Tú has creado el universo entero y toda la vida que hay dentro de él, incluyéndome a mí. No temer a mi Creador me haría arrogante y necio, pues Tú tienes todas las vidas en Tus manos. Estoy tan agradecido Señor, que hayas enseñado a mis ojos a ver y a mis oídos a oír lo ¡absolutamente soberano que Tú eres!

PARA REFLEXIONAR: ¿Estoy confundido por el hecho de que mientras amo a Dios, tengo que temerle al mismo tiempo? ¿Cómo hago para conciliar ambos y aplicarlos en mi vida?


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TIEMPO DEVOCIONAL MARZO 13


Vino, pues, Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Y había en Capernaum un oficial del rey, cuyo hijo estaba enfermo. Éste, cuando oyó que Jesús había llegado de Judea a Galilea, vino a él y le rogó que descendiese y sanase a su hijo, que estaba a punto de morir. Juan 4:46-47 

Frente a una necesidad familiar gigantesca por un lado y por el otro la llegada de Jesús a Galilea, el oficial real salió de su casa y se fue a rogarle a Jesús que viniera a sanar a su hijo moribundo. El primer paso de este hombre fue buscar a Jesús. La búsqueda de Dios es generalmente el primer paso en la experiencia de una persona con Dios. Puede surgir del entendimiento de nuestra impotencia o de una consciencia de la necesidad y el deseo por la ayuda de Dios. La gente rara vez se tropieza con Jesús casualmente. El funcionario no estaba merodeando por ahí en alguna parte, esperando que Jesús pudiera pasar. Deliberadamente él lo buscó y en su desesperación le rogó que viniera. Había un sentido de urgencia.

La Biblia nos dice en varios lugares que las personas que encuentran a Dios son aquellas que van y lo buscan. En el libro de Jeremías, Dios dice: “Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón” (Jeremías 29:13). En el evangelio de Mateo dice: “Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre” (Mateo 7:7-8). Según Jesús, los únicos que no lo encuentran son aquellos que no lo buscan. Los únicos que nunca reciben son los que nunca piden, y aquellos a quienes las puertas les permanecen cerradas son los que no llaman.

La Escritura también nos dice que nadie puede llegar a Dios a menos que el Padre los atraiga. Él despierta nuestros corazones a buscarlo. Mientras Él trabaja por Su gracia atrayendo nuestros corazones a Él, nuestra respuesta debe ser la de buscar, y es entonces que encontramos. Cuando dejamos de buscar, dejamos de crecer. Siempre hay más que conocer de Dios de lo que nosotros podemos conocer, y cada vez más que buscar en Él, porque la invitación no es saber acerca de Él, sino que le conozcamos a Él. Ésta es la aventura ilimitada de la vida cristiana.

ORACIÓN: Amado Señor, que nunca deje de buscar saber más de Ti. Con cada nueva revelación que Tú me muestras, quedo extasiado, y te doy gracias, Señor por tu Espíritu Santo llevándome hacia Ti y transformando mi vida.

PARA REFLEXIONAR: ¿Bajo qué circunstancias fui por primera vez motivado a buscar a Dios? ¿De qué manera estoy llegando a conocerlo mejor y cómo ha cambiado esto mi vida?

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TIEMPO DEVOCIONAL MARZO 11

ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.”. Romanos 3:20 

La consciencia es algo maravilloso y poderoso. Se trata de una alarma para el alma. Como Pablo indica en el libro de Romanos, es la voz de Dios dentro de nosotros, y esa voz nos permite mantener el rumbo. Sin embargo, nosotros podemos dañar o distorsionar nuestras consciencias, incluso con las cosas buenas que tienen que ver con Dios, si permitimos que estas se conviertan en un sustituto de Dios.

Moisés, por ejemplo, había bajado de la montaña tan culpable como el pueblo rebelde que estaba esperándolo. Años antes, había matado a un egipcio que estaba golpeando a un esclavo hebreo, y sabemos que su consciencia estaba viva en ese momento, porque la Biblia nos dice que él volteó para un lado y luego volteó para el otro de manera que cuando no vio a nadie, atacó al egipcio y lo mató. A pesar de que él creía que estaba haciendo el trabajo de Dios al proteger a Su pueblo, Moisés falló porque nunca volteó a mirar hacia arriba, hacia Dios. Ésta fue su agenda, no la de Dios y el tormento de su consciencia delante de Dios seguro que le habrá seguido.

No podemos mirar a los Diez Mandamientos desapasionadamente o de manera meramente objetiva desde la distancia. Por nuestro bien, Dios revela Su carácter en las leyes y si nos fijamos en ellas con honestidad e integridad, seguro golpearán a nuestros corazones. Ninguno de nosotros puede mantenerse de pie en un terreno moral elevado. Estamos juntos, como Moisés estuvo, bajo el juicio de las leyes de Dios.

En los cinco libros de Moisés, hay 28 capítulos que hablan de la ley moral; de cómo nos exhibe, juzga y condena, pero también hay 39 capítulos dedicados a demostrarnos cómo una persona culpable puede ser perdonada y reconciliada con un Dios Santo. Dios mandó a Moisés construir un tabernáculo y Él apartó a la tribu de Leví, ordenándolos como Sumos Sacerdotes para servir como representantes del pueblo delante de Dios. Se les instruyó acerca de diferentes sacrificios y ofrendas que debían presentar, cada una significaba la provisión de Dios para la expiación de sus pecados, y todas ellas prefiguraban la sangre del Cordero que estaba por venir. Bajo el Nuevo Pacto, es a través de Cristo solamente que somos perdonados, redimidos y reconciliados con Dios.

Se ha dicho que todos los caminos conducen a Roma, pero en las Escrituras, desde el principio hasta el final, todos los caminos conducen a Cristo. Y el punto inicial, el punto de partida, es esa alarma en nuestras almas, en nuestras consciencias... ese regalo, exponiendo nuestros fracasos y nuestra absoluta necesidad de ser reconciliados con un Dios Santo.

ORACIÓN: Amado Señor, sé que la única manera de tener una consciencia limpia y libre de problemas es permaneciendo en Ti. Estoy muy agradecido por el regalo de mi consciencia, que me hace saber si estoy considerando hacerlo o si he dejado tus caminos. Por favor mantenme en tu camino Señor, y haz que esté siempre en mi alma alerta esa alarma, en todo momento. Gracias Señor.

PARA REFLEXIONAR: En una escala de 1 a 10 (siendo 10 el más alto), ¿cómo calificaría la efectividad de mi consciencia en el dictado de mis acciones actualmente, con Cristo como Señor de mi vida?

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