TIEMPO DEVOCIONAL MAYO 19

“y de que nadie sea inmoral ni profano como Esaú, quien por un solo plato de comida vendió sus derechos de hijo mayor.” - Hebreos 12:16 (NVI)

Había una compañía de tarjetas de crédito en Reino Unido que tenía un eslogan publicitario muy inteligente que decía: “Quítale el esperar al querer”. Esta actitud es muy común hoy en día y es la razón por la que un sin número de personas viven en una deuda excesiva, y muchas enfrentan la ruina financiera. No les gusta esperar. Lo quieren todo ya.

Lo mismo pasaba con Esaú, el gemelo mayor de Jacob, y eso le costó muy caro. Un día él había estado cazando y volvió a la casa hambriento. Jacob había hecho una olla de estofado y Esaú quería un poco. “Rápido”, dijo, “Dame un poco de ese guiso rojo”. Su hermano le ofreció un trato. "Véndeme tu primogenitura." "Mira que estoy a punto de morir", contestó Esaú, "¿De qué sirve la primogenitura?". Jacob le dio el estofado y un poco de pan. Como hijo primogénito, la primogenitura le habría dado un lugar privilegiado para el futuro, pero él simplemente tenía que tener el guiso. No podía esperar.
En la vida cristiana, la espera puede ser un tiempo de crecimiento muy importante. Esperar implica paciencia, y la Biblia tiene mucho que decir acerca de la paciencia. Eclesiastés 7:8 dice: “Vale más el fin de algo que su principio. Vale más la paciencia que la arrogancia.” Debido al orgullo, hay gente decidida a mantenerse al día con los vecinos, pero no es ahí donde está la alegría. Está en ser paciente y diligente, esperando en el Señor por Su provisión y Sus bendiciones.

Hoy en día estamos inundados de publicidad que dice: "Compre ahora y pague después", lo que hace que sea fácil y conveniente tener lo que queremos ahora, pero Dios no funciona de esa manera. El Salmo 37:7 dice: “Guarda silencio ante el Señor, y espera en él con paciencia.” También en Isaías 5:19 dice “Ay de los que dicen, ¡Que Dios se apure, que apresure su obra para que la veamos; que se acerque y se cumpla el plan del Santo de Israel, para que lo conozcamos!” Esaú se arrepintió de hacer este trato e intentó desesperadamente recuperar la bendición de su padre, pero Jacob ya la había recibido. Dios puede tener cosas maravillosas reservadas para nosotros, pero si le quitamos el esperar al querer, podemos perderlo todo por nuestra impaciencia.

ORACIÓN: Amado Señor, concédeme la paciencia para esperar en ti en situaciones en las que te he hecho una petición especial. Que tu respuesta a mi oración sea lo que Tú deseas y estaré contento. Gracias, Señor.
PARA REFLEXIONAR: ¿Estoy esperando en lo que Dios quiere para mí o lo estoy presionando por lo que yo quiero?


TIEMPO DEVOCIONAL MAYO 18

“No se contenten sólo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica.” - Santiago 1:22 (NVI)

Creer en Dios no es una actividad pasiva. Creer es algo activo y debe conducir a la obediencia. A lo largo de las Escrituras encontrarás que todo acto de Dios en la vida de una persona se precipita por un acto de obediencia de su parte. Es posible, como Santiago nos advierte, estar completamente familiarizado con las Escrituras, pero no experimentar su verdad.

A lo que se refiere Santiago cuando dice: “No se contenten sólo con escuchar la Palabra” es “No se engañen con sólo escucharla.” Él hace una analogía bastante interesante en el siguiente versículo. “El que escucha la palabra pero no la pone en práctica es como el que se mira el rostro en un espejo y, después de mirarse, se va y se olvida en seguida de cómo es” (Santiago 1:23-24).

¿Porqué la mayoría de nosotros nos miramos en el espejo? Tal vez hay algunos que simplemente se admiran a sí mismos, pero la mayoría de nosotros nos miramos en el espejo para mejorar. Nos peinamos el cabello, los hombres se afeitan o se cortan la barba y las mujeres se aplican maquillaje. Lo que hacemos es actuar en manera de respuesta a lo que vemos. Del mismo modo, si nos limitamos a hojear las páginas de nuestra Biblia, no habremos mejorado en nada, nada cambia, es vacío. Si nos sentamos en la iglesia y nuestras mentes se derivan a otras direcciones, podemos oír las palabras, pero no estamos escuchando. Eso, también, es vacio y nos olvidaremos de lo que hemos oído en cuestión de minutos.

El sólo escuchar la Palabra de Dios puede llevar al engaño. Podríamos coger una verdad a medias, probablemente la parte que nos gusta escuchar, y pensar “Ah, eso es bueno,” pero terminaríamos sacándolo de contexto e ignorando los “peros” y los “entonces” importantes. O también nos podríamos sentar en los bancos de las iglesias semana tras semana y creer que hemos cumplido nuestro deber cristiano, cuando en realidad nos estaríamos engañando a nosotros mismos. Santiago dice, “Pero quien se fija atentamente en la ley perfecta que da libertad, y persevera en ella, no olvidando lo que ha oído sino haciéndolo, recibirá bendición al practicarla” (Santiago 1:25).

Creer es hacer. Se trata de conocer la Palabra de Dios y aplicarla a nuestra vida cotidiana.

ORACIÓN: Señor quiero estar muy atento a todo lo que tu Palabra dice. Ayúdame a absorber tus verdades de manera significativa y aplicarlas a mi vida cotidiana. Gracias, Señor.
PARA REFLEXIONAR: ¿Está la Palabra de Dios penetrando en mi corazón y llevándome a la acción?





TIEMPO DEVOCIONAL MAYO 17

“Necio es el que confía en sí mismo; el que actúa con sabiduría se pone a salvo.” - Proverbios 28:26 (NVI)

El libro de Proverbios habla mucho de “los necios” – 56 veces para ser exactos. ¿Qué hace al necio? El necio en Proverbios no está clasificado por su capacidad mental, sino por su actitud mental. En vez de tener una actitud condicionada por el temor a Dios, el necio tiene opiniones acerca de todo y puede hacer todo por sí mismo. Está totalmente contento con sus propias capacidades y conclusiones.

La necedad es para evitarla y la sabiduría para adquirirla. La sabiduría es muy diferente al conocimiento. El conocimiento es retener hechos y entenderlos, pero la sabiduría viene de las experiencias de la vida y comienza con Dios. Es una reverencia profunda y permanente hacia Él y establece respeto por Su Palabra. Como Proverbios 9:10 dice, “El comienzo de la sabiduría es el temor del Señor”, por lo que por deducción se puede decir que la sabiduría es la habilidad de ver las cosas desde la perspectiva de Dios. No podemos saberlo todo, ni se supone que debamos hacerlo, pero la revelación que Dios nos ha dado de sí mismo y Su creación es el punto de partida del conocimiento y la sabiduría.
La sabiduría es una actitud que camina humildemente con Dios y con la gente. Es para ser extraída de la Palabra de Dios y para que Su verdad sea vivida en nuestras vidas. Proverbios 4:7 dice, “La sabiduría es lo primero. ¡Adquiere sabiduría! Por sobre todas las cosas, adquiere discernimiento.” Proverbios 2:3-6 responde a la pregunta de cómo obtener sabiduría. “…si llamas a la inteligencia y pides discernimiento; si la buscas como a la plata, como a un tesoro escondido, entonces comprenderás el temor del SEÑOR y hallarás el conocimiento de Dios. Porque el SEÑOR da la sabiduría; conocimiento y ciencia brotan de sus labios.”

En el buscar a Dios genuinamente, encontramos el principio de la sabiduría, y entonces se convierte en un don de Dios que se recibe en la humilde conciencia de nuestra total dependencia de Él y de quien Él es. No vivir en temor a Dios es vivir una vida perecedera, la cual estará delante de Él en el Día del Juicio. Ésta es la locura de un necio y lo llevará a la destrucción, pero el camino del sabio conduce a la vida.

ORACIÓN: Amado Señor, Tu sostienes mi vida en tus manos. No vivir en un temor saludable hacia ti sería una locura, porque Tú me creaste. Concédeme la sabiduría para que pueda comprender a fondo Tu Palabra y la disciplina por la cual vivir. Gracias, Señor.

PARA REFLEXIONAR: ¿Cómo le explicaría a los demás que el temor del Señor es el principio de la sabiduría?


TIEMPO DEVOCIONAL MAYO 16

“Él es el sacrificio por el perdón de nuestros pecados, y no sólo por los nuestros sino por los de todo el mundo” - 1a Juan 2:2 (NVI)

Cuando mucha gente piensa en Dios, piensan en amor, compasión, amabilidad, bondad, misericordia, justicia; y por supuesto, todo esto es cierto acerca de Él. Para muchos Él incluso se ha convertido en ese “gran amigo en el cielo”, y cualquier noción de que Dios se enoja es ajena a ellos.

Pero la verdad es que Dios sí se enoja, y la ira de su furor tuvo que ser afrontada. Antes de ser un Dios de amor, Él es ante todo un Dios “justo”. Si no lo fuera, entonces no habría habido necesidad de la cruz. La brutalidad de la cruz es una expresión de la rabia de Dios, y no entenderemos la Cruz de Cristo hasta que no sepamos algo acerca de la ira de Dios.

En primer lugar, Cristo no murió por nosotros. Él murió por su Padre. Nosotros no somos los que demandan la cruz. Estaríamos perfectamente contentos con un arreglo que nos permita confesar nuestros pecados a Dios y ser perdonados por razón de su misericordia, sin necesidad de la cruz.

Es Dios quien exige la cruz. Son la justicia y la integridad de Dios lo que requiere el derramamiento de la sangre. Él declaro que el pago del pecado es la muerte. Nosotros nacimos en un estado de muerte espiritual, la consecuencia del pecado heredado. Así que, o nos quedamos en nuestra condición de muerte espiritual o necesitamos un sustituto para que entre en nuestro lugar y tome la ira de Dios sobre sí mismo. Ésta es la gran transacción de la cruz: “Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador, para que en él recibiéramos la justicia de Dios” (2a Corintios 5:21)

Debemos reconocer nuestro pecado, pero no somos perdonados por que nos arrepintamos. Somos perdonados porque Cristo en la cruz satisfizo la justa ira de Dios. Pablo dice en Romanos 3:25 “A quien Dios puso como sacrificio por medio de la fe en su sangre. Lo hizo para demostrar su justicia…” Una palmadita en la espalda para perdonar nuestros pecados, socavaría completamente la justicia de Dios. Cuando nos arrepentimos, somos perdonamos sobre la sola base de la Cruz de Cristo, la cual satisfizo la ira de un Dios justo y recto.

ORACIÓN: Amado Padre Celestial, estoy muy agradecido de que seas un Dios “justo”, pues esto me hace consciente de mi pecado y de cuanto te necesito. Gracias por enviar a tu Hijo, para que yo pudiera ser perdonado y reconciliado contigo.

PARA REFLEXIONAR: Cuando miro el estado corrupto de este mundo y mi propio pecado, ¿me doy cuenta por qué fue necesaria la cruz de Cristo?




TIEMPO DEVOCIONAL MAYO 15

“…no actuamos con engaño ni torcemos la palabra de Dios. Al contrario, mediante la clara exposición de la verdad, nos recomendamos a toda conciencia humana en la presencia de Dios” - 2a Corintios 4:2 (NVI)

La buena predicación es la exposición de la inspirada Palabra de Dios, es autoritaria en lo que declara, y está bajo la unción del Espíritu de Dios. Está diseñada para que la gente escuche la voz de Dios más allá de la voz del predicador. Cuando tomamos la inspirada Palabra de Dios y la unción del Espíritu de Dios por el propósito de escuchar la voz de Dios, algo sucede. La gente se encuentra con Dios y vidas son salvas y transformadas.

La única forma segura de predicar es sacando el mensaje del texto de la Escritura - no usando las Escrituras para respaldar las ideas, sino que el mensaje salga del texto mismo. No necesitamos saber las opiniones personales del predicador. Si nosotros los predicadores predicamos nuestras opiniones, estamos abusando el privilegio de nuestra responsabilidad. Pablo escribió, “No nos predicamos a nosotros mismos sino a Jesucristo como Señor; nosotros no somos más que servidores de ustedes por causa de Jesús” (2a Corintios 4:5).

Lo que necesitamos saber es lo que Dios nos ha dicho en Su Palabra. El trabajo del predicador es entenderla bien, para que entonces la predique de una manera que sea relevante a sus oyentes. El apóstol Pablo le dice a los Corintios: “Yo recibí del Señor lo mismo que les transmití a ustedes” (1a Corintios 11:23). Él fue simplemente el conducto por el que Dios quería comunicarse a su pueblo. Lo recibo, dice Pablo, y después lo transmito. Ese es el patrón.

Predicar es en última instancia predicar a Cristo. Él es la Verdad, de la cual la Escritura da testimonio de principio a fin. Si no lleva a Cristo, entonces se puede estar moralizando o filosofando sobre sugerencias de cómo convertirse en una mejor persona, pero eso no es predicar. Un buen predicador se preguntara, "¿Qué es lo que estoy diciendo acerca de Cristo? ¿Cómo está siendo Cristo comunicado en este mensaje?" La tarea de cualquier testigo de Cristo no es llevar a la gente a Cristo, sino traer a Cristo a la gente, hablarles acerca de Él, y entonces dejar en las manos del Espíritu Santo que los lleve a Cristo.

Si queremos ser relevantes, debemos hacer frente a las cosas que son eternas - y es por eso que la Palabra de Dios es la cantera de donde cavamos la verdad.

ORACIÓN: Amado Señor, gracias por los predicadores que cumplen con tu Palabra y ayudan a dar un entendimiento claro de lo que Tú quieres que sepamos. Toda la Escritura lleva a Cristo y oro para que nuestro mundo tenga muchos más predicadores que prediquen según este patrón.


PARA REFLEXIONAR: ¿Estoy siendo iluminado acerca de Cristo en las predicas que escucho en mi Iglesia?


TIEMPO DEVOCIONAL MAYO 12

“Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre.” – Salmos 139:13 (NVI)

El Día de las Madres es un día de alegría y acción de gracias, un día cuando los niños celebran a sus mamás y las mamás a sus niños, pero la verdad es que vivimos en un mundo difícil y complejo, y no es así para todas las mamás.

Para la mayoría de nosotros, nuestro primer lugar de pertenencia es nuestra familia, es nuestro hogar, pero la Biblia nos dice en sí en donde pertenecimos primero. "Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre." El momento en el que la vida comienza es un misterio para nosotros, y nunca lo entenderemos, qué es lo que provoca vida solo Dios mismo lo sabe. La matriz en la que nos pusieron fue la decisión de Dios, no fue nuestra y ni siquiera de nuestra madre. Antes de ser hijos de nuestra madre, ya éramos hijos de nuestro Padre Celestial. La Biblia no nos dice que somos perfectos, pero que fuimos planeados por Dios, puestos por Dios y preciosos para Él. Dios sabe que la jornada puede ser dura para la madre y para el niño, y se está convirtiendo más dura en un mundo en el que valoramos, celebramos e incluso demandamos perfección.

Aunque cada niño es planificado por Dios, hay muchos inclinados a juzgar a los que no dan la talla. A veces no es hasta que tengamos un niño que no da la talla de lo que esperábamos que se nos revela a Dios mismo, y Dios en su gracia que revela que se trata de mamá y papá los que no dan la talla. Dios pone a cada niño en este mundo con amor y propósito. No importa lo diferente, discapacitado o enfermo que un niño puede ser, él o ella no sólo son amados por Dios, pero Dios vive en ese niño o niña. Y a través de ese niño, ganamos tremenda visión de la profundidad y la maravilla del amor de Dios.

Por lo general somos más cómodos con personas que se ven y actúan como nosotros, pero no hay nada especial en ello. El prefijo "des" sobre todo siempre lleva connotaciones negativas - desactivado, desalentados, descontentos, deshonrado, desobediente, desilusionado, defraudado, decepcionado, mala reputación, decepcionado, pero aquí hay un giro en el "des" de Jesús mismo. "Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos" (Juan 8:31). "De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros." (Juan 13:35). Los verdaderos discapacitados son los que no pueden ver más allá de lo que esperaban de otras personas quienes fueron hechos "maravillosos" en los ojos de Dios, nadie es nadie. Todos somos sus tesoros, creados por Él y amados por él.

ORACIÓN: Precioso Señor, Que yo nunca huya de ninguna persona con discapacidad o por ser diferente de cualquier manera. Permíteme aprender de ellos. Ellos son maravillosamente creados, como Tú nos has creado a todos nosotros. Gracias, Señor.

PARA REFLEXIONAR: ¿El saber que cada persona es un hijo de Dios, que Dios mora en él y amado por Él, cambia mi actitud y mi interacción hacia con él?
© Vive La Verdad

TIEMPO DEVOCIONAL MAYO 11

“Porque la profecía no ha tenido su origen en la voluntad humana, sino que los profetas hablaron de parte de Dios, impulsados por el Espíritu Santo.” – 2 Pedro 1:21 (NVI)

La Biblia es a la vez humana y divina en su origen, pero la fuente divina no anula la fuente humana. Fue a través de personas que Dios nos dio la Biblia, y con la dispensación única de la personalidad de los escritores que nos da diferentes puntos de vista y todas ellas son exactas.

Moisés, por ejemplo, era un legislador. Su énfasis de sus escritos fue que el pecado ofende a Dios y que debe ser juzgado. Jeremías tenía un punto de vista diferente, para él, el pecado hace enojar a Dios y como profeta, quien nunca predicaría a gente de Dios, Jeremías sabía acerca de la ira de Dios. Oseas sufrió herido por una esposa infiel y su énfasis fue que el pecado también hiere a Dios.

En la redacción de los cuatro evangelios, cada autor tenía sus propósitos particulares con su propia comprensión como Dios los había guiado. Mateo escribió al pueblo judío y presenta a Cristo como Rey, con el tema siendo "el Reino del Cielo". Marcos escribe a los Romanos y presenta a Cristo como siervo. Lucas, un gentil, escribe a los gentiles, y presenta a Cristo como el "Hijo del Hombre". Juan escribe a los cristianos, en particular aquellos que han sido influenciados por el judaísmo. Empieza sus escrituras con el principio de el tiempo y espacio, “En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios" (Juan 1:1). Juan presenta Cristo en el mayor lienzo de todos como el "Hijo de Dios".

Dios conoce íntimamente la mente y las emociones de sus autores, pero era su Espíritu que proporcionó la sustancia y visión que nos imparte el mensaje del Evangelio. No podemos separar el Espíritu de Dios de la Palabra de Dios, porque es el Espíritu el que nos ministra a través de la Palabra. Cuando la Palabra de Dios habita en nosotros el Espíritu de Dios nos llena abundantemente, nos domina y dirige nuestras vidas. Una de las razones por las cuales el ministerio de Billy Graham fue tan exitoso fue porque llamó la atención de los pueblos, con tres palabras notables: "La Biblia dice ... la Biblia dice ..."

Aparte de Jesucristo, la Biblia es el mayor regalo que Dios le ha dado a la raza humana. Revela el corazón y la mente de Dios, y es nuestra autoridad completa, no porque nos gusta su contenido, sino por su origen.

ORACIÓN: Gracias, Señor, por usar a la gente para escribir las Escrituras para que tu Palabra se escuche con diferentes perspectivas. Me da una idea acerca de los autores y sus circunstancias, me da una mayor comprensión del Evangelio el cual es revelado por tu Espíritu.

PARA REFLEXIONAR: ¿Alguna vez he pensado el por qué Dios utilizó a la gente para escribir la Biblia? ¿Qué función sirve, tanto para Dios como para mí?

© Vive La Verdad


TIEMPO DEVOCIONAL MAYO 10

“Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia,” – 2 Timoteo 3:16 (NVI)

Nuestra palabra "Biblia" viene de la palabra plural "Biblos", que significa "biblioteca". No se trata sólo de un buen libro, pero una biblioteca compuesta por sesenta y seis libros, escritos por más de cuarenta autores en un período de por lo menos 1,500 años. Fue escrita en tres idiomas, Hebreo, Arameo y Griego, y en tres continentes, Asia, Europa y África.

Dios obró a través de hombres de todos los ámbitos de la vida: reyes, jefes militares, campesinos, filósofos, profetas, académicos, pescadores, pastores, un recaudador de impuestos, poetas y músicos. La Biblia fue escrita con gran variación de circunstancias, Moisés en el desierto, Jeremías y Pablo en la cárcel, David en la pradera, Salomón en su Palacio, Ezequiel en el exilio, Juan exiliado en la isla de Patmos, Marcos en Jerusalén, Pablo en el camino y Pedro frente a la persecución.

La Biblia contiene historia, poesía, canciones, autobiografía, biografía, doctrina, profecías, parábolas, las leyes y la alegoría. Cuenta historias de guerra y de amor, la política, el asesinato, la traición, el adulterio, el suicidio y la fe. Se trata de docenas de temas controvertidos como ¿Quien es Dios? ¿Cuál es el significado de la vida y la muerte? Cubre el matrimonio, el divorcio, la sexualidad, la paternidad, la verdad, la mentira, la riqueza, la pobreza, el pecado y el juicio.

Sin embargo, a pesar de la increíble diversidad de la Biblia, presenta una historia que se desarrolla única y que conserva completa la unidad y la armonía en todo el texto de ambos el Antiguo y Nuevo Testamento. Es la historia de cómo el mundo empezó, cómo va a terminar, y todo lo que necesitamos saber sobre él en el medio - que nos es, la raza humana y su propio deseo destructivo de las cosas de este mundo. En el corazón de este libro está el mensaje más grande jamás oído por la raza humana. Dios nos dice cómo intervino en la tierra y se hizo hombre en la persona de su Hijo, Jesucristo, con el fin de restaurar la caída de la humanidad de la relación con Él, que vive, eterno y aquí y ahora.

La razón por la que creemos que la Biblia no es porque lo que dice, sino por quien lo está diciendo. Todo La Escritura es inspirada por Dios, que es en realidad el Espíritu de Dios quien respiró su verdad a los escritores. Dios nos dio la Palabra escrita, para que podamos conocer la Palabra Viva que es Jesucristo, y por Él, ser reconciliado con Dios.

ORACIÓN: Amado Padre Celestial, la Biblia revela la historia más convincente de tu amor por la humanidad. Nos enseña acerca de nosotros mismos, desde el porqué necesitamos un Salvador y cómo nos lo has proporcionado. Gracias, Señor, por tu Palabra escrita. La celebro.

PARA REFLEXIONAR: ¿Cómo puedo examinar la Biblia? ¿Es otro gran texto sobre la manera de vivir o es más ... la Palabra Viva de Dios que me habla?


TIEMPO DEVOCIONAL MAYO 09

“Por tanto, sean perfectos, así como su Padre celestial es perfecto. –Mateo 5:48 (NVI)

Si alguien nos dijo que tenemos que ser perfectos ... ¡Ay! ¿Cómo podremos? Pero eso es lo que Jesús nos dice en el Sermón del Monte - "Sean perfectos, así como su Padre celestial es perfecto." Con la excepción de Jesús, nadie es perfecto, ni será nunca perfecto, así que ¿Qué quiso decir Jesús?

El ser perfecto como lo que Jesús está diciendo no significa que ser impecable como nos gustaría utilizar la palabra "perfecto". Lo que significa es que cumplamos con el propósito para el que fuimos creados. Por ejemplo, si tomo un bolígrafo y comienzo a escribir una carta, puedes preguntarme, "¿Cómo está el bolígrafo?" Yo diría, "Es perfecto." Lo que quiero decir es que el bolígrafo hace lo que se supone que debe hacer. No importa si se trata de un bolígrafo barato o costoso. Puede ser sucio, mordido y medio lleno de tinta, pero es perfecto para el fin para el que se creó. Sólo importa que funcione.

Cuando Jesús dijo: "Sean perfectos," Él nos pide que seamos lo que Dios nos creó. ¿Para qué fuimos creados? Fuimos creados para estar en la semejanza de la imagen moral de Dios, por lo que nuestras vidas expresan algo del carácter moral de Dios.

Somos perfectos tal como nuestro Padre celestial es perfecto, sólo a la medida en que su carácter está siendo representado en nosotros. No podemos hacer esto por imitación de Dios, pero sólo por Dios mismo y expresándose Él mismo en nosotros y a través de nosotros. En 1 Corintios 13:12, Pablo dice: "Ahora vemos de manera indirecta y velada, como en un espejo; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de manera imperfecta, pero entonces conoceré tal y como soy conocido." En otras palabras, en esta vida, nunca vamos a lograr plenamente el carácter moral de Dios, sino que es el objetivo final de que el Espíritu de Dios está obrando en nuestras vidas.

La perfección consiste en ser lo que Dios nos ha creado ser, y cuando Jesús dijo: "Sean perfectos", está diciendo que a pesar de nuestros fracasos, el pecado y el quebrantamiento, permitimos a Dios manifestar Su carácter en nosotros, llevándonos cada vez más hacia Su imagen moral.

ORACIÓN: Amado Señor, Ayúdame a cumplir el propósito para el que fui creado. Yo no puedo hacerlo por mi cuenta, mi verdadero deseo es que mi vida refleje cada vez a tu persona es mi corazón. Gracias, Señor.

PARA REFLEXIONAR: ¿Estoy permitiendo que el Espíritu de Dios me lleve a la semejanza de Su carácter moral?





TIEMPO DEVOCIONAL MAYO 08

“… si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.” — 2 Crónicas 7:14

Si hay intensidad, urgencia y humildad en nuestro arrepentimiento, habrá amor, compasión y perdón en la respuesta de Dios. El pueblo de Nínive cumplió los requerimientos de Dios expresados en el pasaje anterior y Dios fue fiel en retirar su juicio.

Es importante notar que en Jonás 3:10 dice que Dios vio lo que la gente de Nínive hizo, no dice que Él oyó lo que ellos dijeron. Es mucho más fácil hablar conforme a lo acordado que actuar conforme a lo acordado. Las palabras pueden tender a rodar de nuestros labios rápidamente, pero la confirmación viene en la medida que nuestras acciones dan testimonio de la verdad. Dios vio que el pueblo de Nínive se apartó de sus malos caminos. Él conocía sus corazones y con una conciencia dada por Dios que reaccionó adversamente manifestándose en generaciones de pecado y corrupción, Dios les dio un nuevo comienzo.

Uno de los peligros en la vida cristiana es que nuestra fe se convierta simplemente en palabras. Es más fácil aprender el lenguaje de la vida espiritual que vivir la realidad de la vida espiritual, ya que aprender el lenguaje requiere mucho menos esfuerzo que apartarse del pecado. Podemos escondernos detrás del vocabulario virtuoso, pero continuar maltratando a nuestro cónyuge, tratando injustamente a nuestros hijos y hablando de los demás a sus espaldas. A Dios no lo impresionan nuestras palabras, sino nuestras acciones, porque el verdadero corazón de una persona se revela en lo que una persona hace.

A veces nuestro corazón necesita un despertar, una especie de hora de la verdad espiritual en la cual la disciplina de Dios intervendrá. No habrá más luz, ni más instrucción ni crecimiento hasta que volvamos al punto de nuestra desobediencia y lo confesemos. La desobediencia de Jonás resultó en el rompimiento de su comunión con Dios y una pérdida de sensibilidad hacia el corazón de Dios. La opinión personal de Jonás estaba totalmente desalineada con el llamado de Dios para él, y en Su disciplina, Dios causó una dificultad tras otra para traerlo de nuevo a la obediencia.

Dios nos disciplina para crear en nosotros Su santidad. Deuteronomio 8:5 dice: “Reconoce en tu corazón que, así como un padre disciplina a su hijo, también el Señor tu Dios te disciplina a ti.” La palabra “disciplina” proviene de la palabra “discípulo”, y todo cristiano está destinado a ser un discípulo de Cristo. Dios está mucho más preocupado por lo que está sucediendo dentro nosotros, que por lo que nos está sucediendo externamente a nosotros. Su disciplina, por lo general, se experimenta a través de dificultades y pruebas, las cuales o bien nos apartarán de Dios o nos conformarán con la voluntad y el corazón de Dios, pero no permaneceremos estáticos. Debemos permanecer arraigados en Cristo, reconociendo que la disciplina de Dios es el agente que el verdadero Dios, amoroso y fiel siempre usará, y podemos estar seguros que Él nunca nos abandonará, ni nos desamparará.

ORACIÓN: Amado Señor, gracias por no darte por vencido conmigo. Te pido que tú seas mi sabiduría y mi fortaleza en los asuntos no resueltos de mi vida y te pido que lleves mi corazón en sintonía con el Tuyo. Gracias Dios.

PARA REFLEXIONAR: ¿Por qué razón es tan necesaria la disciplina de Dios en nuestra vida? ¿De qué manera he sido disciplinado por Dios?

VIVE LA VERDAD


TIEMPO DEVOCIONAL MAYO 05

“Anda, ve a la gran ciudad de Nínive y proclama contra ella que su maldad ha llegado hasta mi presencia». Jonás se fue, pero en dirección a Tarsis, para huir del SEÑOR….” — Jonás 1:2-3

La historia de Jonás comienza positivamente, pero da un giro inesperado en el momento que Jonás se aleja de Dios. Es evidente que Jonás tenía una estrecha relación con Dios, donde había sido llamado al ministerio y había aprendido a escuchar la voz de Dios. Ahora, Dios le estaba dando la orden de ir a un lugar específico, a hacer una tarea específica y por una razón específica, pero Jonás decidió desobedecer a Dios, no simplemente alejándose de Él, sino huyendo en dirección opuesta. Cuando la agenda de Dios entra en conflicto con nuestra propia agenda, ¿hacia dónde nos estamos dirigiendo? 

Este era el dilema de Jonás: Dios le estaba diciendo que fuera a predicarle al archienemigo de su propia nación. Jonás se consideraba a sí mismo como un profeta de Dios para su propio pueblo, no para la nación pagana de Asiria, que era la superpotencia de la época y la mayor amenaza para Israel. Dios le dijo a Jonás que fuera a Nínive, la ciudad capital de Asiria, y que predicara un mensaje de condenación y destrucción debido a la idolatría del pueblo y a sus malos caminos.

Jonás conocía la mente de Dios, pero no estaba alineado con el corazón de Dios. En lugar de ir a Nínive, Jonás huyó en dirección opuesta, hacia abajo, a Jope, donde abordó un barco que se dirigía a Tarsis. Al no estar alineado con el corazón de Dios, la condición natural de Jonás era una condición de rebeldía contra la voluntad de Dios, y fue así que Jonás empezó a considerar la tarea como algo gravoso, confuso y angustiante. Pero detrás de la mente de Dios siempre está el corazón de Dios, y el hecho que Dios enviara a Jonás a Nínive a advertirles de Su inminente juicio, era evidencia de la compasión que Dios tenía por ellos. 

En Salmos 145:9 dice: “El SEÑOR es bueno con todos; él se compadece de toda su creación.” Esta era una idea revolucionaria para la mayoría de los judíos que se consideraban a sí mismos como los únicos merecedores del amor de Dios. Jonás aceptaba la verdad doctrinal de la compasión de Dios, pero no estaba alineado con el corazón de Dios, y esto hacía imposible que él sintiera pasión acerca de la Palabra que Dios le había dado. El corazón es el que nos motiva, nos da energía, e imprime el sello de la obediencia. Aunque Jonás escuchó la voz de Dios, su corazón estaba frio y era legalista, lo cual profundizaba la separación entre la mente y el corazón de Dios. 

El propósito de Dios es alcanzar y salvar a un mundo quebrantado. El corazón de Dios no es acerca de juicio y destrucción, sino de amor y salvación. Jonás no podía comprender el corazón de Dios porque su propio corazón no había sido quebrantado. Muchos de nosotros comenzamos a comprender el corazón de Dios cuando somos quebrantados y nos volvemos a Él, y es así que llegamos a lo profundo de Su corazón y Su corazón toca el nuestro. Aquellas personas que realmente han sido quebrantadas, son las que en sus lágrimas y compasión pueden propagar el mensaje de amor y salvación que Dios tiene para un mundo quebrantado.

ORACIÓN: Amado Padre, haz que mi corazón y el Tuyo sean uno. Te pido que tu amor y compasión siempre estén en mí y alcancen a un mundo quebrantado, trayendo a muchos hacia Tu gracia salvadora. Gracias, Señor.
PARA REFLEXIONAR: ¿Por qué razón es esencial conocer la mente de Dios y estar alineados con Su corazón? ¿Cómo podemos llegar a estar alineados con el corazón de Dios?
© Vive La Verdad


Aquí vengo, con Contentamiento, Esperanza, Fortaleza.

Bendiciones, amadas princesas guerreras.
Para gloria del Señor ¡Regresé! Después de un mes de ausencia en el blog. Y puedo decir que Dios ha sido Bueno y Fiel, Su amor no falla y Sus misericordias son renovadas cada día en mi vida.
Bueno, aquí vamos… ¡En el nombre de Jesús!
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Amada guerrera, todas pasamos por circunstancias adversas, por crisis, o situaciones difíciles que nos quiebran y que nos hacen preguntarnos: ¿Voy a resistir? ¿Voy a salir adelante? ¿Voy a sobrevivir a esto?
El salmista David, hablando con el Señor, le dijo:
“Hazme saber Jehová, mi fin y cuánta sea la medida de mis días. Sepa yo cuán frágil soy”. Salmo 39:4
Y nosotras, al igual que David, podemos llegar a preguntar, en medio de nuestra fragilidad: “Y ahora Señor ¿qué esperaré? Mi esperanza está en ti”. Salmo 39:7
Princesa ¡Tenemos esperanza en el Señor!
Somos débiles, somos frágiles frente a las circunstancias de la vida. Pero podemos vivir una vida victoriosa. ¡Diga el débil: fuerte soy! ¿En quién? En Cristo Jesús ¡Aleluya!
Filipenses 4:13 dice: “TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE”.
Este es un de los versos más populares del Nuevo Testamento, uno de los más recitados por el pueblo de Dios, lo podemos encontrar impreso en calcomanías, afiches, franelas, gorras… Algunos lo usan como frase motivacional, como slogan, o como clave para el éxito.
Pero, amada princesa guerrera, “Todo lo puedo en Cristo” no es una llave para el éxito, ni una licencia para lograr tus sueños particulares, tampoco es una llave que abre puertas de poder, ni un versículo mágico para transformar circunstancias.
Cuando el apóstol Pablo hizo esta poderosa declaración, se estaba refiriendo el efecto del CONTENTAMIENTO en su vida (Leer Filipenses 4:10-13).
Según el diccionario, “contentamiento” significa: satisfacción o agrado que siente una persona.
Entonces… ¿Cómo puedo sentirme satisfecha y estar agradada con la circunstancia que estoy viviendo?
Gálatas 2:20 dice: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”.
Princesa, llegamos a experimentar el contentamiento cuando vemos la vida desde la perspectiva de Cristo y nos desapegamos de lo perecedero para apegarnos a lo eterno.
Guerrera, mientras Cristo siga siendo nuestra esperanza, mientras Cristo siga derramando de Su Poder en nosotras, mientras Cristo sea el centro, ¡Tenemos fortaleza! Y podemos decir que Todo lo podemos en ÉL.
Vivamos una vida de contentamiento, una vida de dependencia de Él, de Su Gracia y Poder.
Vivamos una vida victoriosa ¡Cristo vive!

Declara conmigo:
Encuentro contentamiento en Jesús, en Su vida, en Su resurrección.
Encuentro contentamiento en Jesús, en medio de la abundancia y de la escases.
Encuentro contentamiento en Jesús, porque El me enseña a depender el Él.
Encuentro contentamiento en Jesús porque Su Palabra es vida para mí.
Encuentro contentamiento en Jesús porque Su Sangre tiene Poder.
Encuentro contentamiento en Jesús porque Su presencia estará conmigo hasta el fin.
Encuentro contentamiento en Jesús porque El es fiel.
¡Aleluya!
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Amada princesa guerrera, si este post ha sido de bendición a tu vida, compártelo y bendice a otra princesa.
Con amor,
Diana


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