TIEMPO DEVOCIONAL MAYO 09

“Por tanto, sean perfectos, así como su Padre celestial es perfecto. –Mateo 5:48 (NVI)

Si alguien nos dijo que tenemos que ser perfectos ... ¡Ay! ¿Cómo podremos? Pero eso es lo que Jesús nos dice en el Sermón del Monte - "Sean perfectos, así como su Padre celestial es perfecto." Con la excepción de Jesús, nadie es perfecto, ni será nunca perfecto, así que ¿Qué quiso decir Jesús?

El ser perfecto como lo que Jesús está diciendo no significa que ser impecable como nos gustaría utilizar la palabra "perfecto". Lo que significa es que cumplamos con el propósito para el que fuimos creados. Por ejemplo, si tomo un bolígrafo y comienzo a escribir una carta, puedes preguntarme, "¿Cómo está el bolígrafo?" Yo diría, "Es perfecto." Lo que quiero decir es que el bolígrafo hace lo que se supone que debe hacer. No importa si se trata de un bolígrafo barato o costoso. Puede ser sucio, mordido y medio lleno de tinta, pero es perfecto para el fin para el que se creó. Sólo importa que funcione.

Cuando Jesús dijo: "Sean perfectos," Él nos pide que seamos lo que Dios nos creó. ¿Para qué fuimos creados? Fuimos creados para estar en la semejanza de la imagen moral de Dios, por lo que nuestras vidas expresan algo del carácter moral de Dios.

Somos perfectos tal como nuestro Padre celestial es perfecto, sólo a la medida en que su carácter está siendo representado en nosotros. No podemos hacer esto por imitación de Dios, pero sólo por Dios mismo y expresándose Él mismo en nosotros y a través de nosotros. En 1 Corintios 13:12, Pablo dice: "Ahora vemos de manera indirecta y velada, como en un espejo; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de manera imperfecta, pero entonces conoceré tal y como soy conocido." En otras palabras, en esta vida, nunca vamos a lograr plenamente el carácter moral de Dios, sino que es el objetivo final de que el Espíritu de Dios está obrando en nuestras vidas.

La perfección consiste en ser lo que Dios nos ha creado ser, y cuando Jesús dijo: "Sean perfectos", está diciendo que a pesar de nuestros fracasos, el pecado y el quebrantamiento, permitimos a Dios manifestar Su carácter en nosotros, llevándonos cada vez más hacia Su imagen moral.

ORACIÓN: Amado Señor, Ayúdame a cumplir el propósito para el que fui creado. Yo no puedo hacerlo por mi cuenta, mi verdadero deseo es que mi vida refleje cada vez a tu persona es mi corazón. Gracias, Señor.

PARA REFLEXIONAR: ¿Estoy permitiendo que el Espíritu de Dios me lleve a la semejanza de Su carácter moral?





No hay comentarios:

Entradas Populares