TIEMPO DEVOCIONAL MAYO 11

“Porque la profecía no ha tenido su origen en la voluntad humana, sino que los profetas hablaron de parte de Dios, impulsados por el Espíritu Santo.” – 2 Pedro 1:21 (NVI)

La Biblia es a la vez humana y divina en su origen, pero la fuente divina no anula la fuente humana. Fue a través de personas que Dios nos dio la Biblia, y con la dispensación única de la personalidad de los escritores que nos da diferentes puntos de vista y todas ellas son exactas.

Moisés, por ejemplo, era un legislador. Su énfasis de sus escritos fue que el pecado ofende a Dios y que debe ser juzgado. Jeremías tenía un punto de vista diferente, para él, el pecado hace enojar a Dios y como profeta, quien nunca predicaría a gente de Dios, Jeremías sabía acerca de la ira de Dios. Oseas sufrió herido por una esposa infiel y su énfasis fue que el pecado también hiere a Dios.

En la redacción de los cuatro evangelios, cada autor tenía sus propósitos particulares con su propia comprensión como Dios los había guiado. Mateo escribió al pueblo judío y presenta a Cristo como Rey, con el tema siendo "el Reino del Cielo". Marcos escribe a los Romanos y presenta a Cristo como siervo. Lucas, un gentil, escribe a los gentiles, y presenta a Cristo como el "Hijo del Hombre". Juan escribe a los cristianos, en particular aquellos que han sido influenciados por el judaísmo. Empieza sus escrituras con el principio de el tiempo y espacio, “En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios" (Juan 1:1). Juan presenta Cristo en el mayor lienzo de todos como el "Hijo de Dios".

Dios conoce íntimamente la mente y las emociones de sus autores, pero era su Espíritu que proporcionó la sustancia y visión que nos imparte el mensaje del Evangelio. No podemos separar el Espíritu de Dios de la Palabra de Dios, porque es el Espíritu el que nos ministra a través de la Palabra. Cuando la Palabra de Dios habita en nosotros el Espíritu de Dios nos llena abundantemente, nos domina y dirige nuestras vidas. Una de las razones por las cuales el ministerio de Billy Graham fue tan exitoso fue porque llamó la atención de los pueblos, con tres palabras notables: "La Biblia dice ... la Biblia dice ..."

Aparte de Jesucristo, la Biblia es el mayor regalo que Dios le ha dado a la raza humana. Revela el corazón y la mente de Dios, y es nuestra autoridad completa, no porque nos gusta su contenido, sino por su origen.

ORACIÓN: Gracias, Señor, por usar a la gente para escribir las Escrituras para que tu Palabra se escuche con diferentes perspectivas. Me da una idea acerca de los autores y sus circunstancias, me da una mayor comprensión del Evangelio el cual es revelado por tu Espíritu.

PARA REFLEXIONAR: ¿Alguna vez he pensado el por qué Dios utilizó a la gente para escribir la Biblia? ¿Qué función sirve, tanto para Dios como para mí?

© Vive La Verdad


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