“Necio es el que confía en sí mismo; el que actúa con
sabiduría se pone a salvo.” - Proverbios 28:26 (NVI)
El libro de Proverbios habla mucho de “los necios” –
56 veces para ser exactos. ¿Qué hace al necio? El necio en Proverbios no está
clasificado por su capacidad mental, sino por su actitud mental. En vez de
tener una actitud condicionada por el temor a Dios, el necio tiene opiniones
acerca de todo y puede hacer todo por sí mismo. Está totalmente contento con
sus propias capacidades y conclusiones.
La necedad es para evitarla y la sabiduría para
adquirirla. La sabiduría es muy diferente al conocimiento. El conocimiento es
retener hechos y entenderlos, pero la sabiduría viene de las experiencias de la
vida y comienza con Dios. Es una reverencia profunda y permanente hacia Él y
establece respeto por Su Palabra. Como Proverbios 9:10 dice, “El comienzo de la
sabiduría es el temor del Señor”, por lo que por deducción se puede decir que
la sabiduría es la habilidad de ver las cosas desde la perspectiva de Dios. No
podemos saberlo todo, ni se supone que debamos hacerlo, pero la revelación que
Dios nos ha dado de sí mismo y Su creación es el punto de partida del
conocimiento y la sabiduría.
La sabiduría es una actitud que camina humildemente
con Dios y con la gente. Es para ser extraída de la Palabra de Dios y para que
Su verdad sea vivida en nuestras vidas. Proverbios 4:7 dice, “La sabiduría es
lo primero. ¡Adquiere sabiduría! Por sobre todas las cosas, adquiere
discernimiento.” Proverbios 2:3-6 responde a la pregunta de cómo obtener sabiduría.
“…si llamas a la inteligencia y pides discernimiento; si la buscas como a la
plata, como a un tesoro escondido, entonces comprenderás el temor del SEÑOR y
hallarás el conocimiento de Dios. Porque el SEÑOR da la sabiduría; conocimiento
y ciencia brotan de sus labios.”
En el buscar a Dios genuinamente, encontramos el
principio de la sabiduría, y entonces se convierte en un don de Dios que se
recibe en la humilde conciencia de nuestra total dependencia de Él y de quien
Él es. No vivir en temor a Dios es vivir una vida perecedera, la cual estará
delante de Él en el Día del Juicio. Ésta es la locura de un necio y lo llevará
a la destrucción, pero el camino del sabio conduce a la vida.
ORACIÓN: Amado Señor, Tu sostienes mi vida en tus
manos. No vivir en un temor saludable hacia ti sería una locura, porque Tú me
creaste. Concédeme la sabiduría para que pueda comprender a fondo Tu Palabra y
la disciplina por la cual vivir. Gracias, Señor.
PARA REFLEXIONAR: ¿Cómo le explicaría a los demás que
el temor del Señor es el principio de la sabiduría?
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