Bendiciones, amadas princesas
guerreras.
Para gloria del Señor ¡Regresé!
Después de un mes de ausencia en el blog. Y puedo decir que Dios ha sido Bueno
y Fiel, Su amor no falla y Sus misericordias son renovadas cada día en mi vida.
Bueno, aquí vamos… ¡En el nombre
de Jesús!
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Amada guerrera, todas pasamos por circunstancias
adversas, por crisis, o situaciones difíciles que nos quiebran y que nos hacen
preguntarnos: ¿Voy a resistir? ¿Voy a
salir adelante? ¿Voy a sobrevivir a esto?
El salmista David, hablando con el Señor, le
dijo:
“Hazme saber
Jehová, mi fin y cuánta sea la medida de mis días. Sepa yo cuán frágil soy”.
Salmo 39:4
Y nosotras, al igual que David, podemos llegar a
preguntar, en medio de nuestra fragilidad: “Y ahora Señor ¿qué esperaré? Mi esperanza está en ti”.
Salmo 39:7
Princesa ¡Tenemos
esperanza en el Señor!
Somos débiles, somos frágiles frente a las
circunstancias de la vida. Pero podemos vivir una vida victoriosa. ¡Diga el
débil: fuerte soy! ¿En quién? En Cristo Jesús ¡Aleluya!
Filipenses 4:13
dice: “TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE”.
Este es un de los versos más populares del Nuevo
Testamento, uno de los más recitados por el pueblo de Dios, lo podemos encontrar
impreso en calcomanías, afiches, franelas, gorras… Algunos lo usan como frase
motivacional, como slogan, o como clave para el éxito.
Pero, amada princesa guerrera, “Todo lo puedo
en Cristo” no es una llave para
el éxito, ni una licencia para lograr tus sueños particulares, tampoco es una llave
que abre puertas de poder, ni un versículo mágico para transformar circunstancias.
Cuando el apóstol Pablo hizo esta poderosa declaración,
se estaba refiriendo el efecto del CONTENTAMIENTO
en su vida (Leer Filipenses 4:10-13).
Según el diccionario, “contentamiento” significa: satisfacción o agrado que siente una
persona.
Entonces… ¿Cómo puedo sentirme satisfecha y estar
agradada con la circunstancia que estoy viviendo?
Gálatas 2:20 dice:
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí;
y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me
amó y se entregó a sí mismo por mí”.
Princesa, llegamos a experimentar el
contentamiento cuando vemos la vida desde la perspectiva de Cristo y nos
desapegamos de lo perecedero para apegarnos a lo eterno.
Guerrera, mientras Cristo siga siendo nuestra
esperanza, mientras Cristo siga derramando de Su Poder en nosotras, mientras
Cristo sea el centro, ¡Tenemos fortaleza! Y podemos decir que Todo lo podemos
en ÉL.
Vivamos una vida de contentamiento, una vida de
dependencia de Él, de Su Gracia y Poder.
Vivamos una vida victoriosa ¡Cristo vive!
Declara conmigo:
Encuentro contentamiento en Jesús, en Su vida, en
Su resurrección.
Encuentro contentamiento en Jesús, en medio de la
abundancia y de la escases.
Encuentro contentamiento en Jesús, porque El me
enseña a depender el Él.
Encuentro contentamiento en Jesús porque Su
Palabra es vida para mí.
Encuentro contentamiento en Jesús porque Su
Sangre tiene Poder.
Encuentro contentamiento en Jesús porque Su
presencia estará conmigo hasta el fin.
Encuentro contentamiento en Jesús porque El es
fiel.
¡Aleluya!
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Amada princesa guerrera, si este post ha sido de
bendición a tu vida, compártelo y bendice a otra princesa.
Con amor,
Diana
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