08-10-2020 Devocionales para Princesas Guerreras



*Serie:* _“Ciudadanas del Reino”_

*Cita Bíblica:* Juan 18:28-37

*Versículo clave:* _“Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí.”_ Juan 18:36

Aunque Jesús tomó forma de hombre y habitó entre nosotros, aun así Su reino no era ni es de este mundo. La respuesta que dio ante el interrogatorio de Pilato señala la clara y radical separación que existe entre el Reino de Dios y el mundo. Ambos reinos son totalmente diferentes y opuestos en origen, naturaleza y sustancia.
Jesús, con Sus palabras y acciones, dejó claro que:

“Mi reino no es de este mundo” Es decir, no surge en virtud de un poder mundano, ni es mundana su naturaleza, es un reino primordialmente espiritual, cuyas armas son espirituales, cuyo primer objetivo es orientar y gobernar la conciencia y el corazón de los hombres, cuya defensa no estriba en poderes militares, políticos ni financieros.

“Mi reino no es de este mundo” Los objetivos de este reino son la implantación de la Verdad, la Justicia y la Paz.

“Mi reino no es de este mundo” Las normas de este reino no se basan en la sabiduría de los expertos en ciencia o economía, sino en las normas rectas y justas de la Ley de Dios. (Comentario Bíblico Matthew H.)

Nosotras, como ciudadanas del Reino de Dios, debemos estar claras en esta gloriosa verdad, sin amoldarnos a reinos temporales y mundanos. Tenemos ciudadanía celestial, que nos fue otorgada por medio del sello de redención que puso el Espíritu Santo en nuestros corazones el día en que nos arrepentimos y creímos en el mensaje del Evangelio, entregando nuestras vidas en total obediencia a Cristo y a Su Palabra. Desde ese día fuimos hechas hijas de Dios y tenemos ahora una nueva identidad en el Reino de los cielos y por consiguiente tenemos un nuevo estilo de vida de acuerdo con el Reino al que pertenecemos.

Como ciudadanas del Reino solemos parecer raras o hacer cosas fuera de lo común para aquellos que ven todo a través de la óptica del mundo. Nuestro estilo de vida es completamente distinto, contra corriente; nuestras costumbres, metas y acciones reflejan que ya no vivimos para este mundo, sino para Cristo. Vivimos en este mundo, pero no pertenecemos a él.

Pertenecemos a un reino con principios, valores, fundamentos y objetivos completamente distintos. Vivimos bajo el gobierno de Dios, quien es la fuente de toda autoridad. Él es Rey absoluto del universo por derecho inherente, por ser su creador, dueño y gobernador. Él es la autoridad suprema sobre todo cuanto existe. Es nuestro Dueño y Señor.

Amada, somos ciudadanas del Reino de Dios, así que debemos vivir sujetas a la autoridad de Dios, hacer su voluntad, reconocerle como Rey y dueño absoluto de nuestras vidas. Mostrar en nuestras palabras, decisiones y acciones nuestra nueva ciudadanía. Recordemos las Palabras de Jesús: “Mi reino no es de este mundo”.

*Citas bíblicas adicionales:* Leer Mateo 7:21-23, 1 Corintios 2:6-16, Romanos 12.

*Meditar:*¿Qué quiso decir Jesús con “Mi reino no es de este mundo? ¿Es nuestro testimonio una declaración del reino al cual pertenecemos?



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