07_10_2020 DEVOCIONALES PARA PRINCESAS GUERRERAS



*Serie:* _“Ciudadanas del Reino”_

*Cita Bíblica:* Lucas 17:20-37

*Versículo clave:* _“Preguntado por los fariseos, cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros.” Lucas 17:20-21

El mensaje de Jesús era el “evangelio” o “buenas nuevas” del Reino de Dios. Él enseñó consistentemente el mensaje de esperanza, el mensaje del Reino a lo largo de Su ministerio. Sus Parábolas, sus lecciones espirituales, sus acciones y cada milagro realizado por ÉL estaban relacionados con ese Reino, el cual el Padre y el Hijo habían preparado desde antes de la fundación del mundo.

Los fariseos le preguntaron cuándo vendría ese Reino que Él venía anunciando mientras predicaba e interactuaba con el pueblo, pero no se habían percatado que ya el Reino de Dios había llegado. Un Reino completamente distinto al que ellos pudieran imaginar o esperar. El Reino de Dios no es como uno terrenal con límites geográficos, más bien consiste en la obra del Espíritu de Dios en la vida de las personas, perdonándolas, liberándolas y transformándolas.

Los judíos esperaban a un Mesías diferente, a uno con riquezas y espadas, que elevara a la nación a una posición prominente. Ellos no esperaban a un Mesías con un mensaje de arrepentimiento, sino a uno que los liderara hacia una liberación victoriosa de la nación. Sin embargo, la proclamación del Reino de Dios estuvo acompañada de obras poderosas de amor y misericordia hacia los pobres, enfermos, endemoniados y despreciados de la sociedad. Jesús, mientras camina y predicaba, manifestó la potencia de Su Reino. Un Reino a favor de los desvalidos, un Reino de restauración integral para el ser humano. Un Reino de perdón, gracia, misericordia, justicia y paz.

En lugar de iniciar un movimiento político y restaurar la grandeza de Israel, el Mesías se dedicó a pregonar su importante mensaje: “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio” (v. 15). Solos los hijos del Reino pudieron percibir la gloria de esa maravillosa manifestación de poder, por medio de la fe y el arrepentimiento, pero los orgullosos no. Aquellos que estaban aferrados a sus tradiciones y ambiciones personales se resistieron y ensañaron contra lo que no pudieron aceptar ni comprender. Ellos terminaron rechazando y crucificando al Rey de gloria.

Hoy en día es muy triste ver a un “cristianismo moderno” que ha eliminado de sus predicaciones y acciones algunos o muchos de los aspectos fundamentales del mensaje de Jesús. Estamos viviendo la era del cristianismo con pompa, brillo, glamour, plataformas, luces, espectáculos, conferencias motivacionales, decretos y pactos por prosperidad económica. Un cristianismo absurdo que necesita hacer “mejoras o cambios” al mensaje del evangelio del Reino para llenar sus iglesias o aumentar sus seguidores en las redes sociales, e incluso; un cristianismo frío, indiferente a las necesidades sociales. Pero nosotras, como hijas y ciudadanas del Reino de Dios, debemos enfocarnos y afirmarnos en la declaración que nuestro Amado Jesús hizo en Mateo 6:33: “Mas buscad primeramente el reino de Dios”. Él nos dice que debemos buscar primero su Reino, porque el Reino de Dios era su mensaje principal.

Nuestra ciudadanía ha sido transferida del reino de este mundo al Reino de Dios, así que debemos vivir de acuerdo con Sus instrucciones, sujetas incondicionalmente al gobierno de Dios en la persona de su Hijo. Prestas para dar a conocer las buenas nuevas de salvación, enfocadas en el propósito fundamental del evangelio, que es reimplantar el reino de Dios entre los hombres.

“Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”, “el reino de Dios está entre vosotros”. El mensaje del evangelio debe confrontar a los hombres con el gobierno de Dios, debe llamarlos al arrepentimiento y a comprometerse con Él. Este mensaje debe ir acompañado de obras poderosas de amor y misericordia hacia los pobres, enfermos, pecadores y olvidados de la sociedad. Nuestras palabras, actitudes, deseos y acciones deben estar relacionadas con ese Reino.

*Citas bíblicas adicionales:* Leer Mateo 24:1-15, Lucas 4:43, Lucas 12:22-34.

*Meditar:* En algunas puntos básicos… ¿Acaso nuestro objetivo es meramente disfrutar de los beneficios de una ciudadanía celestial? ¿Qué del mensaje de Jesús? ¿Necesitamos hacer cambios al mensaje de Jesús para implementar Su Reino en esta tierra? ¿Dónde están las mujeres que están siendo transformados a la imagen de Cristo? ¿Mi carácter y conducta reflejan el Reino de Dios? ¿Estamos siendo de influencia en la sociedad actual?





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