05-10-2020 👑Devocionales para Princesas Guerreras

*Serie:* _“Ciudadanas del Reino”_

*Cita Bíblica:* Lucas 19:1-10

*Versículo clave:* _“Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham.” Lucas 19:8-9

Zaqueo, un funcionario público; ladrón y corrupto, se transformó en un hombre honrado que restituyó lo que robó. De ser un avaro y egoísta se convirtió en un hombre generoso que dio la mitad de sus bienes a los pobres. ¡Esto es increíble! Pero fue posible gracias a su encuentro con Jesús.
Este pequeño y corrupto hombre se subió al sicómoro para ver a Jesús; su expectativa, ánimo y deseo de conocerle movieron al Salvador y Rey del mundo a llamarlo por su nombre y pedirle que se apresurara a descender del árbol. “El que alberga en su corazón deseo de conocer a Cristo, será conocido por Él”. (Pero si alguno ama a Dios, es conocido por él. 1Co 8:3) Me imagino el corazón de este pequeño hombre, inundado de alegría al recibir tal honor de hospedar a Jesús en Su casa. “Entonces él descendió de prisa, y le recibió gozoso.” (V.6) Este gozo por Jesús y el hospedarle con alegría en su casa trajo una transformación total en la vida de Zaqueo.
El encuentro de Zaqueo con Jesús marcó un antes y un después en su vida. “Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.” (V. 8) Zaqueo demostró con acciones externas el cambio interno que Jesús hizo en Su corazón. No fue suficiente querer ver a Jesús, ni subirse al árbol, ni recibirlo en su casa; tuvo que haber un cambio de vida mediante una nueva conducta.
Zaqueo confesó que había obrado mal, admitió que había defraudado y estafado a su prójimo en el desempeño de su oficio y en la forma en como había llevado sus negocios; y prometió restituir el cuádruplo, yendo mucho más allá de lo que la ley demandaba en tales casos. (Aquella persona confesará el pecado que cometió, y compensará enteramente el daño, y añadirá sobre ello la quinta parte, y lo dará a aquel contra quien pecó. Números 5:7) ¡Boom! Eso es una trasformación total.
El encuentro con Jesús cambió la vida y la ciudadanía de Zaqueo… lo convirtió en un hombre dichoso “hoy ha venido la salvación a esta casa” (V.9ª). Una vez convertido, ya es salvo. Cristo entró en su casa, y con Su presencia le trajo salvación y bendición para él y para su familia. Pero no eso no quedó allí, al ser Zaqueo llevado a Cristo, él y su familia entran en relación con el Salvador, “por cuanto también él es ahora, con toda propiedad, hijo de Abraham” (V. 9b). Con estas palabras Jesús mostró que una persona no se salva por su notable linaje; ni se condena por uno malo; la fe es más importante que la estirpe. A Jesús le interés llevar su Reino a los perdidos, sin importarle sus antecedentes ni estilo de vida pasado. Mediante la fe, los perdona y hace nuevos. ¡Aleluya!
Toda esta reseña de Zaqueo nos revela que para adquirir la ciudadanía celestial necesitamos experimentar una transformación total, un cambio radical de vida, de mentalidad, de conducta. ¡Él nos hace nuevas! Y esto solo es posible cuando hay un encuentro con Jesús y eso produce en nosotras un verdadero arrepentimiento y deseo por agradarle.
Amada, si Jesús te ha llamado por tu nombre, no debes quedarte parada, sino darte prisa, porque Él desea hospedarse en tu casa y pasar tiempo contigo. ¡Aleluya! Déjalo que entre, a tu casa, a tu vida; que estremezca las estructuras podridas, que saque la basura, las raíces de amargura, las dudas, el temor, que sane todas tus heridas y te envuelva en Su amor. Ríndete ante Él, a su señorío. Deja que Su gracia te dirija a ordenar tu vida, para que comiences a caminar bajo los principios y valores del Reino, para que se revelen en tus acciones externas los cambios internos y poderosos que solo Cristo puede hacer. Para que disfrutes de los beneficios y privilegios de esa ciudadanía celestial y eterna. Para que se establezca en ti Su Reino.

*Citas bíblicas adicionales:* Leer Lucas 8.1-3, Marcos 5.1-20, Hechos 4.34-37. Algunos encuentros transformadores con Jesús.

*Meditar:* En ese encuentro transformador con Jesús, ¿Qué cambios ha producido en mi vida? ¿Mi fe en Jesús se traduce en acciones? ¿Se revelan en mis acciones externas los cambios internos que ha hecho el Salvador en mí?




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