DEVOCIONAL MARZO 27


Hay libertad al ajustar nuestros intereses a los intereses de Jesucristo.
“Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús” Filipenses 3:13-14 (NVI)
Pablo se centra en "una cosa" en este pasaje. Confiesa que no ha logrado todo en la vida cristiana, sino que se ha enfocado a una sola cosa - no en 25 cosas en las que esté incursionando o intentando resolver sino “una cosa” (Filipenses 3:13). ¿Qué es esa “cosa”? - Pablo establece su declaración en un contexto de olvidar lo que hay detrás. El pasado puede ser un gran obstáculo para nosotros. Puede actuar como una cadena que nos retiene y jala para atrás a las antiguas maneras, a los viejos hábitos, a los antiguos pecados y a las antiguas suposiciones. Se necesita de una intención deliberada para "olvidar lo que está detrás y enfocarnos en lo que está por delante" (Filipenses 3:13).

Hay dos aspectos a considerar para lograr nuestro objetivo: el destino y los medios. El destino es "ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús” (Filipenses 3:14). El medio es: "quiero conocer a Cristo - sí, conocer el poder de su resurrección y la participación en sus sufrimientos " (Filipenses 3:10). Conocer a Cristo es conocer el poder de Su resurrección y vida, y reconocer que el poder de Su resurrección es para ser equipados para compartir Sus sufrimientos. No se trata de evitar el sufrimiento que acompaña al conocimiento de Cristo sino de un equipamiento para enfrentarlo y vivir en él. Santiago habla de "tener paciencia en el sufrimiento" (Santiago 5:10). ¿Es ésta una cosa que tú haces?
¿Que significaría para ti enfocarte solo en “una cosa”?


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