Hay un lugar...

Princesa amada,
No sé cómo han sido para ti estos últimos días del mes. Tampoco tengo idea de la magnitud de tus pruebas.
No sé cuán cansada puedas estar de luchar y luchar; y a cuántos enemigos espirituales te has tenido que enfrentar.
Solo sé que hay un lugar de descanso, donde las cargas y aflicciones desaparecen.
Sólo sé que hay un lugar de victoria para ti en medio de la batalla.
Sólo sé que hay un lugar de paz donde el enemigo no te puede tocar.
Sólo sé que hay un lugar de refrigerio para tu alma, donde encontrarás delicias y plenitud.
Ese lugar, precioso lugar, es la presencia del Señor.
Aparta tiempo, antes de terminar este mes, para entrar a ese lugar de bendición, refrigerio, plenitud y paz. Donde tu fe será fortalecida, tus sueños serán avivados y tus miedos ahuyentados.

Me mostrarás la senda de la vida;
En tu presencia hay plenitud de gozo;
Delicias a tu diestra para siempre.
Salmo 16:11

Diana
Soy una Princesa Guerrera




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