TIEMPO DEVOCIONAL ENERO 26

“Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.” — Juan 4:34

¿Cuál es la voluntad de Dios para mi vida? Esa es una pregunta muy común entre la mayoría personas, sin embargo es una pregunta defectuosa y errada ya que conduce a una respuesta incorrecta y deficiente. Esta pregunta es defectuosa porque el enfoque está en el lugar equivocado. El enfoque es acerca de mí, de mi vida y mi futuro, en otras palabras, yo soy el punto central. Por supuesto que esta es una preocupación legítima, pero la verdadera pregunta debe ser, ¿Cuál es la voluntad de Dios?...punto. En esta última pregunta, el enfoque está en Dios, en Su intereses, en Su agenda, en Su voluntad y en Su propósito, el cual está en una escala mucho mayor de lo que nosotros podemos percibir. 

La voluntad personal de Dios para nuestra vida sólo puede ser encontrada dentro del contexto de Su voluntad general para todas las personas. Para ilustrar lo anterior diré lo siguiente: cuando alguien inicia un nuevo trabajo en una empresa, para que la descripción de su nuevo puesto de trabajo tenga algún sentido, primero es necesario responder algunos interrogantes generales como: ¿A qué se dedica esta empresa?, ¿Cuáles son sus objetivos? ¿Cómo funciona? Será únicamente dentro de este contexto general de la empresa, que la descripción del nuevo puesto de trabajo tendrá significado para nosotros.

Para conocer la voluntad personal de Dios, primero debemos entender la voluntad general de Dios para todas las personas. Debemos entender que Dios obra en la Tierra a través de Su pueblo y tenemos el privilegio de desempeñar un papel específico en Su obra, pero es un papel dentro del contexto del panorama completo de Dios. Nuestra vida personal debe alinearse con lo que Dios está haciendo en el mundo. Esto incluirá un vistazo hacia arriba al señorío de Cristo en cuanto a buscar y salvar al perdido, y una mirada hacia afuera a las personas que están siendo traídas a nuestra vida, en cuyo corazón Dios está obrando y dándonos el privilegio de participar.

El contexto en el cual Jesús les dijo a Sus discípulos “mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar Su obra”, fue cuando Sus discípulos habían ido a Samaria a comprar comida, lo cual es una función humana legítima. Ellos simplemente habían lanzado una mirada superficial e indiferente a una mujer que caminaba sola en medio del calor del día para sacar agua, ellos habían perdido completamente la oportunidad de cosechar un alma. Jesús más tarde los reprendió por perder la cosecha que Él mismo les había enviado para cosechar. 

¿Por qué los discípulos fallaron en encontrar esta alma que buscaba a Cristo? Ellos estaban más preocupados con sus propias necesidades que con la obra de Dios y fallaron en reconocer que alguien podía estar listo para la Palabra de Dios. Nunca debemos desconectar la voluntad de Dios para nosotros de la voluntad de Dios a través de nosotros, porque somos el medio que Él usa para llegar a otros con palabras de vida. Nuestra sensibilidad y obediencia a los propósitos generales de Dios, asegurarán el cumplimiento de Su guía personal en cada área de nuestra vida.

ORACIÓN: Amado Padre Celestial, ayúdame a permanecer siempre consciente que Tu voluntad y propósito son la prioridad de mi vida. Permíteme estar siempre disponible para Ti y abre los ojos de mi entendimiento. Gracias Señor.

PARA REFLEXIONAR: ¿Cuál es la voluntad general de Dios para las personas? ¿Cómo puedo encontrar la voluntad especifica de Dios para mi vida?

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