TIEMPO DEVOCIONAL ENERO 25

“Al oír aquel bullicio, se agolparon y quedaron todos pasmados porque cada uno los escuchaba hablar en su propio idioma. — Hechos 2:6

Lo que inicialmente cautivó la atención de las personas en el Día de Pentecostés, fue el hecho que varios de los presentes hablaran en diferentes lenguas. Las Escrituras nos dicen que judíos de 17 diferentes nacionalidades se habían reunido en una gran multitud, y estaban desconcertados y absolutamente maravillados con lo que estaba sucediendo. Dios había cautivado la atención de ellos, pero ellos no sabían que se trataba de Dios, ni tenían idea de lo que estaba sucediendo hasta que Pedro junto con los otros apóstoles se puso en pie, y predicó el primer sermón después de Cristo, el cual marcó el nacimiento de la Iglesia en Jerusalén.

Pedro comienza por explicar que aquellos que estaban hablando en lenguas no estaban borrachos, como muchos inicialmente suponían, y continúa explicando que lo que estaba ocurriendo era algo que el profeta Joel había profetizado varios siglos atrás. Eso dirige la atención de ellos hacia Dios. Pedro concluye: “Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.(Hechos 2:36). El pueblo creyó y fueron atraídos hacia Dios.

Este es un momento importante que debe ser reconocido. Cuando Dios está obrando a través de Su pueblo, dirige la atención hacia Sí mismo. Un don espiritual es la manifestación de que Dios está obrando en nosotros y a través de nosotros para revelarse a los demás. El don de lenguas no fue una especie de fuegos artificiales para el lanzamiento de la Iglesia. ¡Espectacular, maravilloso! ¡Estoy impresionado! El propósito de Dios con los dones espirituales es hacer una declaración de las maravillas que Él hará para demostrar a los demás lo que hará por ellos.

La primera respuesta en el día de Pentecostés fue que las personas quedaron maravilladas y asombradas—no esperaban esto; estaban perplejas—no podían explicarlo y había quienes criticaban lo que estaba ocurriendo—no les gustaba. Las dos son respuestas comunes al Evangelio, pero todo esto abrió una puerta para que Pedro se levantara y diera una explicación. Entonces Dios hizo una obra en el corazón de las personas. Hechos 2:37 dice: “Cuando oyeron esto, todos se sintieron profundamente conmovidos y les dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: —Hermanos, ¿qué debemos hacer?”

La predicación efectiva y eficaz explica las cosas de manera que las personas puedan relacionar lo escuchado con algo previamente conocido, algo que ellos hayan visto y experimentado, porque eso es lo que conmueve y quebranta el corazón humano. Nos vemos genuinamente a nosotros mismos por lo que somos, y cuando escuchamos la predicación del Evangelio, nuestro enfoque es dirigido hacia Dios. Es por eso que en el Día de Pentecostés hubo 3,000 conversos, todos ellos en el mismo día y lugar. En pocos días ya había 5,000 y el Señor continuaba añadiendo más creyentes a la iglesia. ¿Por qué hubo tan gran afluencia de creyentes? El corazón de los presentes fue conmovido y todos fueron atraídos hacia Dios. Ellos pudieron comprender que Dios estaba haciendo algo.

ORACIÓN: Amado Señor, te pido por una obra profunda de tu Espíritu en mí para que yo pueda ser una medio de atraer la atención de las personas hacia Ti. Gracias Señor.

PARA REFLEXIONAR: ¿Estoy dirigiendo la atención de las personas hacia Cristo? ¿Cuál es mi reacción cuando veo que Dios está obrando de manera sobrenatural en la vida de las personas?

© Vive La Verdad




No hay comentarios:

Entradas Populares