PERSONAS DIFÍCILES

Si existiera una lista de los diez enemigos más virulentos contra el gozo, el conflicto con algunas personas obtendría, sin lugar a dudas, uno de los primeros lugares. Las relaciones desafortunadas en el trabajo, con la familia y con el vecindario contribuyen significativamente a nuestra infelicidad. Aunque tratar con las personas que nos roban el gozo es bastante difícil, dominar nuestros pensamientos sobre ellas es aún más complicado. A veces el conflicto es tan severo que nuestra vida se empantana en un estado de ira perpetuo. Nos vemos forzados a vivir en medio de estas personas, aguantamos más de lo que podemos, y llega un momento en el cual ya no sabemos qué hacer. Mis años iniciales en el trabajo me colocaron en una situación tan difícil que tenía que depender permanentemente de la ayuda de Dios para poder manejar mis emociones. La tensión era muy grande y uno de mis empleados me golpeó durante una reunión de adoración. La mitad de los miembros se fue a causa de distintos des...