Promesas Bíblicas en medio de Tribulaciones

No importa cúan terrible parezca ser tu situación, la Palabra del Señor está allí para tí, para infundirte aliento, así como lo hizo el Salvador a sus discípulos en la barca. 

En medio de las tribulaciones Su Palabra disipará la oscuridad y las tinieblas de desesperación.

Princesa, El que tuvo poder para hacer callar la tormenta,  tiene poder para calmar nuestras almas, para darnos refugio de las tribulaciones.

♔ Diana ♔

1 “El Señor es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida, ¿de quién he de atemorizarme? Porque Él me esconderá en Su tabernáculo en el día del mal” (Salmo 27:1,5).

2 “Estas cosas os he hablado para que en Mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, Yo he vencido al mundo” (Juan 16:33).

3 “Esforzaos y animaos; no temáis, ni tengáis miedo del rey… Con él está el brazo de carne, mas con nosotros está el Señor nuestro Dios para ayudarnos y pelear nuestras batallas” (2 Crónicas 32:7,8).

4 “¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?… En todas estas cosas somos más que vencedores por medio de Aquél que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios” (Romanos 8:35,37-39).

5 “He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo”. (Santiago 5:11)

6 “Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza”. (Romanos 5:3-4)

7 “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia”. (Santiago 1:2-4)

8 “En Ti confiarán los que conocen Tu nombre, por cuanto Tú, oh Señor, no desamparaste a los que Te buscaron” (Salmo 9:10).