Princesa, cuando la duda y el temor minan tu mente, puedes caer en el error de pensar que quizás Dios se ha alejado, te ha olvidado. Se empieza a desvanecer tu sonrisa y sientes que la fe ya no te alcanza para superar las pruebas. Lo sé, en algún momento de la vida todas pasamos por tiempos de temor, de dudas. Pero la diferencia está en soltarnos o aferrarnos a Dios.
¡Que no te consuma el temor! Rechaza esos pensamientos negativos que han llegado a tu vida, que la escasez no te haga afanarte y preocuparte, que la enfermedad no te desanime.
Ya no más ¿Por qué Señor? ¿Qué hice para merecer esto? ¿Por qué me has dejado sola? Ya no más dudas y temores. Es tiempo de reposar, descansar, confiando y esperando en Tu Señor y Salvador, el Todopoderoso, que tiene dominio y control de cualquier circunstancia, que tiene tus tiempos en Sus manos y que te ama con amor eterno.
Las cosas no se van a resolver a tu manera o en tus fuerzas, no se van a resolver con miedo, es Dios quien va a ayudarte, animarte, renovar tus fuerzas y darte la victoria. Él está cuidando de ti, no te va a dejar sola, no va a permitir que te hundas. Aférrate a Su mano Poderosa, sujétate a Su voluntad.
“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.” (Josué 1:9)
Princesa amada, así como el Señor estuvo con Josué estará también contigo. Él no quiere verte sumergida en temores y dudas, Él te ha escogido con propósitos eternos, para mostrar su poder y su gloria a través de tu vida. Tú también has sido llamada para liderar, velar por tu casa, por tus hijos, llevar a otras mujeres a los pies de Cristo.
Es el anhelo del Señor que tú estés bien, libre de temores, para que puedas hacer cumplir la misión que Él te ha encomendado y usarte para Su gloria y Su honra.
Deposita tus cargas en Cristo, entrégale tus miedos.
Medita en la palabra de Dios cada día, para que sea fortalecida tu fe.
Ponte la armadura de Dios.
Somete toda tu voluntad al Señor.
No dejes de congregarte.
Persevera en la oración.
Aférrate a las promesas de Dios.
Y CONFÍA, CREE, ESPERA EN ÉL.
Comparto contigo algunos versículos para meditar:
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:6,7
“Aparta de mí el oprobio y el menosprecio,
Porque tus testimonios he guardado.” Salmo 119:22
“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.” Santiago 4:7
“Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.” Mateo 21:22
“Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.” Romanos 8:26
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” Filipenses 4:13
“¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” Romanos 8:31
“¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?” Romanos 8:35
“A Jehová clamé estando en angustia, Y él me respondió.” Salmos 120:1
“Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro?
Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.
No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te guarda.
He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel.
Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha.
El sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche.
Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma.
Jehová guardará tu salida y tu entrada Desde ahora y para siempre.” Salmos 121:1-8
“El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.” Isaías 40: 29-31
♔ Diana J. Hernández J.♔
Soy una Princesa Guerrera
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