Princesas... las que forman parte de este Linaje Escogido, las de este Real Sacerdocio. Princesas, miembros de una Nación Santa, ustedes, mujeres del Pueblo adquirido por Dios… Las animo a levantarse por encima de las aflicciones, de cualquier circunstancia, de los elementos sórdidos de este mundo vano. ¡Es tiempo de resplandecer! Han sido elegidas para anunciar las virtudes de aquel que las llamó de las tinieblas a la Luz. Sean testimonios públicos de Su misericordia, de Su amor. Lleven el mensaje de Su evangelio a todo aquel que aún no ha alcanzado la salvación, para que ellos también salgan de las tinieblas y vengan a “Su Luz Admirable”.
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