No es tu fin...




Princesa, niña amada.
Tal vez creas que es tu fin, que ya no puedes más, y te sientas en completa soledad. Déjame decirte que no, no es tu final, y sola no estás.   
En medio del dolor, del sufrimiento y la traición, puedes encontrar refugio seguro en los brazos de Jesús. Allí encontrarás sustento para tu alma, refrigerio para tu corazón.
Él quiere llevarte hoy a Su banquete de amor y perdón, y traer a tu vida restauración. Así que pon todo tu dolor en las manos tiernas de Aquel que dio su vida por amor a ti.
¡Él sana! Él sana las heridas de tu corazón. 
Te lo dice una princesa guerrera sobreviviente del dolor.

Bendiciones,
Diana J. Hernández J.
Soy una Princesa Guerrera


 

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