NO VUELVAS SOBRE TUS PASOS

Pero que pida con fe, sin dudar, porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por el viento. Quien es así no piense que va a recibir cosa alguna del Señor; es indeciso e inconstante en todo lo que hace. —Santiago 1:6–8 ¿Qué le sucede a un barco si lo diriges en una dirección en un momento, y en el siguiente lo das vuelta en el sentido opuesto y sigues haciendo eso una y otra vez? Muy simple: no va a ningún lado. Esto es lo que pasa cuando las personas empiezan a hablar de las cosas buenas que esperan que pasen y al minuto siguiente pasan media hora hablando de todas las cosas negativas que les suceden y que les impiden lograr aquellas. Andan en círculos. Durante un rato alinean sus palabras con el lugar a donde quieren, y luego, cuando encuentran una tormenta en el camino, lo único que hacen es hablar del mal tiempo y pierden la noción de hacia dónde se estaban dirigiendo. Olvidan que tienen el poder de dar vuelta sus vidas en la tormenta o seguir adelante hacia la luz del sol que está al otro lado. Olvidan que el "Hijo" jamás dejó de brillar en sus vidas, por muy oscuras que estuvieran las nubes en el cielo. Oración: Padre, ayúdame a mantenerme concentrado en ti cuando afronte pruebas. Tú eres más grande que cualquier desafío que pueda afrontar. Que mis palabras siempre reflejen esa verdad. Amén. CINDY TRIMM

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