Una invitación para todos

31 de diciembre 2020 "En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba." Juan 7:37 La paciencia tuvo en el Señor su obra perfecta, y hasta el último día de la fiesta alegó con los judíos, así como en este último día del año alega con nosotros y espera mostrarnos su misericordia. Admirable, en verdad, es la paciencia del Salvador, pues año tras año se muestra indulgente con algunos de nosotros, a pesar de nuestras provocaciones, de nuestras rebeliones y de nuestra resistencia contra el Espíritu Santo. ¡Es una verdadera maravilla que todavía estemos en la tierra donde se nos ofrece misericordia! La piedad se manifestó muy claramente, pues Jesús clamó, lo que no solo implica el tono elevado de la voz, sino la ternura de su acento. Él nos suplica que seamos reconciliados. «Os rogamos, dice el apóstol, como si Dios rogase por medio nuestro.» ¡Cuán ardientes son estas palabras! ¡Cuán profundo debe de ser el...