Siete síntomas sutiles del orgullo

El orgullo te puede matar. Para siempre. El orgullo es el pecado que probablemente te detiene más de clamar por un Salvador. Aquellos que piensan que están sanos no necesitan un médico. El orgullo es tan peligroso y serio como difícil de detectar. Cuando se trata de diagnosticar nuestros propios corazones, a quienes tenemos la enfermedad del orgullo nos cuesta identificarla. El orgullo infecta nuestra visión, haciéndonos ver a nosotros mismos a través de un lente que colorea y distorsiona la realidad. El orgullo pintará, inclusive, nuestra fealdad en el pecado como algo hermoso y digno de elogio. No podemos concluir que no luchamos con el orgullo sólo porque no vemos orgullo en nuestros corazones. Los tiempos de satisfacción cuando me doy palmaditas en la espalda por lo que hago bien son los momentos que más me deberían alarmar. Necesito tomar los lentes de la humildad de Cristo, recordando que nada bueno mora en mi carne, y examinar mi corazón buscando orgullo secreto y sus s...